ASF detecta improvisación y negligencia en el proyecto del Tren Maya

12 de Noviembre de 2024

ASF detecta improvisación y negligencia en el proyecto del Tren Maya

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El órgano fiscalizador identificó en falta de estudios de planeación y factibilidad legal, técnica, económica y ambiental

En su primer año de actividades como ente encargado de coordinar la construcción del Tren Maya, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) incurrió en múltiples actos negligencia, de acuerdo con cinco investigaciones realizadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

En materia de planeación, Fonatur “no elaboró un programa regional que definiera las directrices para alcanzar los objetivos en materia económica, turística, de desarrollo social, ambiental y de ordenamiento regional”, determinó la ASF en el informe de la Cuenta Pública 2019, por lo que el proyecto camina en medio de la improvisación.

El Tren Maya, uno de los proyectos insignia del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para detonar el desarrollo del sureste del país, recorrerá una distancia de mil 500 kilómetros y pasará por los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.

Según el sitio oficial www.trenmaya.gob.mx, la obra busca “mejorar la calidad de vida de las personas, cuidar el ambiente y detonar el desarrollo sustentable”. No obstante, la ASF identificó actos de negligencia.

El proyecto “no concluyó los estudios previstos para determinar la factibilidad, legal, técnica, económica y ambiental del proyecto, así como los efectos regionales y urbanos de las comunidades cercanas a las estaciones y a los polos de desarrollo planteados”.

En diciembre de 2020, el presidente López Obrador (centro) realizó la supervisión del tramo 1 Palenque-Escandón perteneciente al Tren Maya, y que llevará el nombre de Estación Lacandón. Foto: Cuartoscuro

De acuerdo con el órgano regulador, la proyección inicial de la demanda de pasajeros y de carga no contó con los estudios suficientes ni con supuestos razonables que la sustentaran.

Asimismo, “carecieron de un modelo de Control Interno y Gobernanza adecuado, que impidieron que la ejecución del proyecto se realizara de forma eficiente, eficaz, ni se aplicaron mecanismos de control institucional suficientes, ni estrategias de gestión de riesgos acordes con la magnitud y complejidad del proyecto”.

El 16 de diciembre de 2018, recién iniciado su gobierno, el presidente López Obrador se traslado a Palenque, Chiapas, donde encabezó un ceremonia tradicional, con rezos en lengua maya, incienso y música. El objetivo del ritual era pedirle permiso a la “Madre Tierra” para la construcción del tren.

Sin embargo, en la práctica, la obra no ha buscado consenso. La ASF descubrió que en la vertiente social, “no se realizó el estudio de impacto social; se identificaron los riesgos sociales, pero no se definieron acciones específicas, ni responsables para su realización y no se identificó la totalidad de dichos riesgos y efectos de la obra”.

El proyecto tenía contemplada una consulta a la población que vive en la región con el objetivo de contar con su visto bueno. Sin embargo, “la consulta no se centró en la obtención del consentimiento de los indígenas para la realización del proyecto y no cumplió con la condición básica de obtener el consentimiento previo, libre e informado”.

En cuanto a la planeación urbano regional del proyecto, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) no presentó a la Secretaría de Hacienda la opinión respecto del proyecto del Tren Maya y los polos de desarrollo, como proyectos de inversión pública con impacto territorial, regional y urbano.

Aspecto de la autopista Cancún-Mérida, que se ha visto afectada directamente por los primeros trazos del proyecto federal Tren Maya. Foto: Elizabeth Ruiz/Cuartoscuro

Respecto a la factibilidad ecológica de proyecto, las investigaciones de la ASF identificaron falta de una planeación estratégica, lo que impidió a Fonatur determinar los estudios y contratos necesarios que sirvieran como insumos para la elaboración de la Manifestación de Impacto Ambiental Regional (MIA-R).

Con una inversión estimada de 140 mil millones de pesos, el proyecto del Tren Maya fue analizado por la ASF a través de cinco expedientes correspondientes a la Cuenta Pública 2019.

De trata de las auditorías de desempeño 1384-DE (Desempeño del proyecto de construcción del Tren Maya) de cumplimiento y desempeño 1391-DE (Control Interno y Gobernanza del Proyecto del Tren Maya), de desempeño 1385-DE (Efectos sociales del Proyecto Tren Maya), de desempeño 1389-DE (Efectos regionales y urbanos del Proyecto Tren Maya) y de desempeño 1386-DE (Acciones preparatorias para la determinación del impacto ambiental por el desarrollo del Proyecto Tren Maya).