El general iraní Qassem Soleimani murió de forma arbitraria e “ilegal” durante un bombardeo estadounidense en Irak ya que Washington no demostró que representara un peligro inmediato, estimó este martes una experta de la ONU en derechos humanos.
En un informe enviado el martes por la ONU a la prensa, Agnès Callamard, relatora especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, concluyó que “a falta de una amenaza inminente que pusiera en peligro vidas, la manera de actuar de Estados Unidos fue ilegal” y violó la Carta de Naciones Unidas.
La experta, que tiene mandato del Consejo de derechos humanos de la ONU pero no se expresa en su nombre, va a presentar el jueves su informe ante esta instancia de la ONU de la que Estados Unidos se retiró en 2018.
El documento gira en torno al uso de drones en los asesinatos selectivos, pero más de la mitad del informe se centra en el caso Soleimani.
El general, muerto en un ataque estadounidense con drones en enero en Bagdad, dirigía la fuerza Quds, la unidad de élite encargada de las operaciones exteriores de los Guardianes de la Revolución.
Soleimani era el arquitecto de la estrategia militar del país en la región, sobre todo en Irak y Siria.
Junto a él falleció el iraquí Abu Mehdi al-Muhandis, líder de los grupos paramilitares proiraníes en su país.
“Vistas las pruebas suministradas hasta ahora por Estados Unidos, tomar como objetivo al general Soleimani, y matar también a quienes le acompañaban, constituyen un asesinato arbitrario del que Estados Unidos es responsable en virtud del derecho humanitario internacional”, afirma Callamard en su informe.
El presidente estadounidense Donald Trump aseguró, justificando la muerte de Soleimani, que preparaba ataques “inminentes” contra diplomáticos y militares estadounidenses.
En su informe, Callamard rechaza este argumento y subraya que Estados Unidos no demostró que Soleimani “representara una amenaza inminente” tal que no se pudiera esperar para atacarle o no se pidiera “permiso” a las autoridades iraquíes para matarlo.
Es decir, Washington no ha logrado demostrar que su asesinato fuera “necesario”, dice la experta.
“No se ha suministrado ninguna prueba que demuestre que el general Soleimani planeara un ataque inminente contra los intereses estadounidenses (...) o que Estados Unidos no tuvo tiempo de pedir ayuda a la comunidad internacional, incluyendo al Consejo de Seguridad de la ONU, para hacer frente a estas presuntas amenazas inminentes”, concluye la relatora.
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