En un puesto de inspección de la carretera Tijuana-Ensenada fueron aseguradas ochenta y siete vejigas natatorias de pez totoaba MacDonaldi, una especie protegida de acuerdo a la norma mexicana y la principal amenaza para la vaquita marina, informó la Policía Federal. El aseguramiento de los buches de esta especie endémica del Alto Golfo de California, al que se ha denominado la “cocaína acuática”, por su alto costo en el mercado negro asiático asciende a un valor de 11 millones de pesos, reportaron las autoridades. Por el kilo de vejiga natatoria o buches de este pez mexicano se pagan ocho mil 500 dólares en Asia. Tiene varios usos, desde artefacto de colección, dote, regalo e incluso, pese a carecer de validez científica, en la medicina oriental tradicional es considerado como antídoto auxiliar en el tratamiento de diversas enfermedades. Ante su alta demanda, organizaciones criminales, especialmente el Cártel del Pacífico se ha involucrado en las operaciones de recolección y venta de esta especie, como reportó ejecentral en su edición de la primera quincena de octubre de 2017. Los hechos ocurrieron cuando al hacer una revisión a un auto tipo sedan con placas fronterizas de California, en que viajaban tres adultos y dos menores, agentes caninos lo marcaron como sospechoso, en el filtro de vigilancia ubicado en el kilómetro 36+800 del tramo carretero federal Tijuana-Ensenada. Las sospechas se justificaron cuando los agentes hallaron en compartimentos ocultos en las puertas traseras de la unidad, 32 bolsas de plástico que contenían 87 vejigas del pez totoaba, con un peso de más de 30 kilogramos.
La mercancía ilegal por la escasez de la especie, y los tres adultos detenidos que la transportaban fueron asegurados y trasladados a las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) en Tijuana. De acuerdo con la organización C4ADS, avocada al análisis de datos sobre conflictos globales y temas de seguridad transnacional, los grupos criminales que operan en Baja California y Sonora, aprovecharon los altos beneficios y los bajos riesgos asociados con el tráfico de esta especie así como las regulaciones federales de pesca, a menudo poco claras, para salvar la vaquita marina, de la cual quedan menos de 30 especímenes existentes. La autoridad federal indicó que el delito será clasificado como delincuencia organizada, al estipular el Código Penal Federal que cuando tres o más personas cometan un delito contra el ambiente, será tipificado como tal, llevando así las sanciones correspondientes. (Con información de Voz de Frontera) FR/EC