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De seguir la falta de representatividad, el “extravío” de la dirigencia nacional, el discurso basado en desplantes y ocurrencias, habrá desbandada de la militancia, alerta
#VIDEO: “El PRI ya no representa a la gente": César Augusto
La XXII Asamblea Nacional del PRI, a celebrarse en dos semanas y de la que saldrá la oferta política del partido rumbo a los comicios de 2018, así como el método de selección del candidato presidencial tricolor, corre el riesgo de ser declarada ilegal y, por tanto, impugnada por las corrientes internas que no estén de acuerdo con los resolutivos finales. César Augusto Santiago Ramírez, delegado para la Asamblea y cabeza de la corriente Alternativa, reveló que la convocatoria estipula que la mitad de los delegados debieron ser elegidos por los sectores y organizaciones partidarias, mientras que la otra mitad por la militancia, “cosa que no ha sucedido ni va a suceder”. El también exdiputado federal y exintegrante del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, aseguró que el PRI actual ya no representa la corriente histórica que le dio origen y ya no tiene claridad en sus propuestas, por lo que “atraviesa por una de las mayores crisis de su historia”, lo que puede derivar en una desbandada después de la elección del candidato presidencial. El chiapaneco, experto en derecho, sabe de lo que habla, pues ha estado al frente de los órganos partidarios encargados de dirigir procesos internos. Sostuvo que Enrique Ochoa, actual líder nacional del PRI, no debió aceptar la presidencia del partido, porque “no lo conoce; él llegó de la calle sin haber desempeñado una sola labor en el partido. No sabe para qué sirven los comités estatales y muchos de sus nombramientos en el Comité Ejecutivo Nacional son diputados y senadores que ahora están desempeñando una doble función”. Principal operador político durante la campaña de Roberto Madrazo, César Augusto Santiago dijo que si se suman los votos que obtuvo este año el PRI en Veracruz, Nayarit, Coahuila y el estado de México no superan los sufragios que obtuvo Eruviel Ávila cuando ganó la elección en el Estado de México, lo que muestra que la actual dirigencia está extraviada. “El PRI tiene la oportunidad en esta Asamblea Nacional de refrescar sus propuestas, de volver a mirar a la gente y ser competitivos rumbo al 2018, pero si las cosas siguen como hasta ahorita, el PRI seguirá perdiendo elecciones y privilegiando un discurso basado en agresiones, desplantes y ocurrencias”. Aseguró que las mejores prácticas de democracia interna han surgido cuando el PRI ha sido oposición, pues durante los gobiernos panistas, Roberto Madrazo y Beatriz Paredes fueron nombrados dirigentes nacionales en consulta abierta a la militancia. “Pero esta vez sí nos fuimos al peor de los modelos: al dedazo, al compadrazgo y al gobierno de los cuates”, dijo en referencia a Enrique Ochoa. Opositor a los gobiernos de coalición que propone Manlio Fabio Beltrones, ya que sería “legalizar al PRIAN”, César Augusto se manifestó en favor de la segunda vuelta electoral, así como de cambiar el nombre del partido, pues el término “institucional” ya se agotó, por lo que ahora debe ser “Partido Revolucionario Ciudadano”.
Rumbo al cónclave priista
Las ideas de la corriente Alternativa para la XXII Asamblea Nacional del PRI incluye los siguientes términos: •Justicia de oportunidades. “No basta con poner una mesa con viandas y decirle a las personas: vayan y coman. Se trata de crear las condiciones para que los discapacitados, los adultos mayores, los niños, las mujeres y los indígenas tengan acceso a esos alimentos”. •Pluris. Que ningún priista que haya sido plurinominal vuelva a serlo en la siguiente Legislatura. Si quiere un escaño o una curul, que compita por el cargo de mayoría relativa. •Una campaña por partido. Para evitar el derroche de recursos en las elecciones legislativas, que cada partido haga una sola campaña y que postule a sus 200 mejores perfiles, y que la asignación de espacios sea en función del volumen de votos. Así se evita que siete u ocho partidos hagan 300 campañas.
“No basta con verse bien en la tele”
Ninguno de los prospectos del PRI pasa del tercer lugar en las encuestas. ¿Eso le preocupa? —El verdadero desafío es ver cómo lo vamos a elegir, cómo va a decidir el PRI quién es el que nos conviene. Se debe tener compromiso con la gente, no basta con que se vea bien en la tele. Se necesita que tenga un empaque que responda a los retos de un país tan importante como el nuestro. ¿El hecho de que sea electo por la militancia garantiza competitividad? —Pues, por lo pronto, tiene un respaldo ético: “a mí no me puso la mano de Dios, a mí me puso la gente”. En el caso del señor Ochoa, yo entiendo que todo lo que hace es tratar de quedar bien con el Presidente Peña, que el Presidente lo quiera. Pero ahora tiene que olvidarse de eso y entender que su trabajo es con la gente. Me llama la atención que usted utilice el término PRIAN, como lo hace López Obrador. ¿Entonces sí existe? —A ver, ¿el Pacto por México cómo se logró? Pues gracias al PRIAN, que es el gran problema del país. Yo he sido legislador desde los años 70 y antes, tanto el PAN como la izquierda tenían grandes cuadros, con gente muy preparada y con posturas ideológicas muy sólidas. Ahora eso ya no importa, ya no hay debate, todo se basa en lo que decidan unos cuantos en las Juntas de Coordinación Política. ¿Qué papel juega actualmente Manlio Fabio Beltrones en el PRI? —Él está con el tema de los gobiernos de coalición, eso lo mantiene vigente. Él quiere ser candidato. Yo lo veo difícil. Él dijo que la Asamblea Nacional tiene que hacer una propuesta diferente para reconquistar a la gente y yo coincido. ¿Qué le pasó a esta generación de gobernadores priistas? ¿Por qué salieron tan corruptos? —Mira, antes uno se abría paso en el PRI en concursos de oratoria y organizando a la gente en comunidades. Hoy esa noción de servicio público se perdió y la meta es servirse de lo público: tener lujos, autos del año y abrir empresas fantasmas para robarse el erario.