Arrebata Croacia y quiere la copa

Moscú, Rusia. El futbol triunfó al final, en esta Rusia 2018. Con futbol entendamos ese juego en el que el balón pasa de un jugador a otro con armonía y tempo, en el que algún imprudente hace un gran quiebre de cintura, o recibe en cámara lenta a la que solía ser de gajos, que le queda dormida sobre el pie, o logra el efecto inverosímil que exige las leyes de la física sólo para que el compañero resuelva la ecuación mandando el balón al fondo de la red. El futbol no es eso a lo que juega Inglaterra, o ya encarrerados, Suecia o Rusia. Es eso que hacen los croatas y que los tiene metidos en la primera final de su historia frente a una Francia que sabe jugar a lo mismo. Parecía que el partido era de los ingleses. Desde los primeros minutos, en los que anotaron un gol bonito, pero que Paco Memo hubiera bajado de ahí de donde la mandó Kieran Trippier, apenas en el minuto 5. Las estadísticas muestran que casi todos los partidos de torneo fueron ganados por los equipos que anotaron el primer gol. Y como nubes de tormenta, de esas que suelen aparecer de pronto sobre el cielo moscovita, la estadística se cernía sobre los croatas, incapaces de penetrar esa doble muralla de gigantes ingleses que muy bien atinaban a la tribuna con el menor pretexto.