La arquidiócesis primada de México pidió al gobierno mexicano que se convierta en un protector de los mexicanos que salen de su territorio y de los migrantes que ingresan, al tiempo que señaló debe buscar soluciones a las familias y menores que han sido separados por el gobierno de Estados Unidos.
Sin embargo, el buen juez por su casa empieza: México debe convertirse ya en un país que vea por sus migrantes y por todas aquellas personas que transitan nuestro territorio, que cree políticas públicas en favor de la movilidad humana”, sostuvo en su editorial dominical “Desde la Fe”, publicada en el Semanario Eco.
El arzobispado recordó que el gobierno estadounidense revictimizó en dos ocasiones a los migrantes que entraron por su frontera sur, ya que el pasado jueves se cumplió el plazo judicial para que se reunificara a las familias separadas tras la medida tolerancia cero, implementada de abril a junio.
Estas (víctimas) han sido revictimizadas por la arbitrariedad e insensibilidad de un gobierno que, con su política de “Tolerancia Cero”, separó a los menores de sus padres… con la repatriación de más de cuatro centenares de adultos sin sus hijos, se ha ejecutado una nueva crueldad, que hace a estas familias tres veces víctimas”, señaló.
El gobierno estadounidense celebró que cumplió el plazo para devolver a los más de mil 800 menores elegibles para ello, ya que el resto no fue entregado a sus familiares por no tener lazos sanguíneos con los menores o por seguir un proceso judicial.
Lejos de cumplir con el objetivo, las autoridades migratorias de la “era Trump” decidieron repatriar a su país de origen a más de cuatro centenares de adultos, dejando a sus hijos, de entre 5 y 17 años, en territorio estadounidense bajo custodia federal”, puntualizó.
La iglesia católica consideró que en Estados Unidos los migrantes han sido víctimas de la violencia, del deterioro social y de las malas políticas de sus gobiernos, además de la persecución en su intento por cruzar las fronteras y por último las políticas de separación en ese país. Además, la arquidiócesis señaló que el gobierno estadounidense se queja de la migración, cuando es el mismo país que fomenta los problemas sociales que existen en regiones como Latinoamérica, que llevan a la migración. SC