El sábado Arabia Saudí mató a 47 personas por terrorismo, en un supuesto mensaje de cero tolerancia a yihadistas musulmanes suníes, así como chiíes contrarios al gobierno.
En la ejecución masiva se encontraba un clérigo opositor chiita, así como varios prominentes miembros de al Qaeda, incluyendo a aquellos condenados por ataques contra instalaciones occidentales, edificios gubernamentales y misiones diplomáticas en las que murieron cientos de personas entre 2003 y 2006.
Escala tensión
La reacción en Medio Oriente no se ha hecho esperar. Musulmanes chiíes marcharon en el distrito de Qatif en el este de Arabia Saudita para protestar por la ejecución del clérigo Nimr al-Nimra, dijo un testigo. Los manifestantes gritaban “abajo Al Saud”.
Sin embargo, la mayoría de los 47 reos muertos en la mayor ejecución masiva realizada en el reino en décadas eran suníes condenados por ataques de al Qaeda en Arabia Saudita hace diez años. Cuatro, incluyendo a Nimr, eran chiíes acusados de disparar contra policías.
Las ejecuciones tuvieron lugar en 12 ciudades de Arabia Saudita, donde cuatro prisiones recurrieron a pelotones de fusilamiento mientras que el resto optó por decapitaciones. En diciembre, al Qaeda en la Península Arábiga amenazó con emprender represalias contra el reino por cualquier ejecución de sus miembros.
Un importante clérigo iraní dijo que el Gobierno de la familia Al Saud será “borrado de las páginas de la historia”, el grupo Houthi de Yemen describió a Nimr como un “guerrero santo” y la milicia libanesa de Hezbollah dijo que Riad había cometido “un grave error”.
Irán, el principal rival regional de Riad, y sus aliados chiíes reaccionaron de inmediato con fuertes condenas por la ejecución de Nimr y la policía saudita reforzó la seguridad en un distrito en que esa secta del Islam es mayoritaria, en caso de protestas, dijeron residentes. En Irak, importantes figuras políticas y religiosas llamaron a cortar relaciones con Arabia Saudita y cuestionaron los esfuerzos de Riad para recomponer vínculos que podrían ayudar a fortalecer una alianza regional contra militantes de Estado Islámico.