Esta tarde se aprobó en la Cámara de Diputados un proyecto de decreto en la que se propone reformar la Ley General de Salud para eliminar en la práctica al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y sustituirlo por el IMSS-Bienestar; además, se sugiere retomar diversos aspectos de funcionamiento del Seguro Popular.
La propuesta que hizo el diputado Emmanuel Reyes Carmona, del grupo parlamentario de Morena, y que se publicó esta misma mañana en la Gaceta Parlamentaria, sugiere, entre otras cosas, cambiar el Capítulo 7 de la Ley, donde dice “... tratándose de la prestación gratuita de los servicios de salud, medicamentos y demás insumos asociados que requieran las personas sin seguridad social… la Secretaría de Salud se auxiliará del Instituto de Salud para el Bienestar”.
Texto que se sustituiría por “Servicios de Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social para el Bienestar (IMSS-Bienestar) colaborará con la Secretaría de Salud en lo que respecta a la prestación gratuita de los servicios de salud, medicamentos y demás insumos asociados que requieran las personas sin seguridad social”.
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Además se propone que el mismo IMSS-Bienestar participe en las compras y contrataciones que haga la Secretaría de Salud”.
La iniciativa de Reyes Carmona tiene fuertes críticas al funcionamiento del Insabi, creado por decreto el 29 de noviembre de 2019, y propone retomar aspectos del Seguro Popular; de hecho, señala que el objeto de creación del Insabi fue “cancelar el Sistema de Protección Social en Salud con su brazo operativo el Seguro Popular”.
“Dicha reforma, cuyo aspecto central es la desaparición del Seguro Popular pone en riesgo la atención médica y medicamentos de más de 50 millones de mexicanos que estaban afiliados a esta institución”, señala la iniciativa.
Para Reyes Carmona, el esquema de financiamiento del Seguro Popular “fue el avance más importante en la historia del país para lograr una equidad financiera en el sistema de salud” y añade que “los recursos en el Seguro Popular se fijaban de manera transparente en función del incremento de personas que se inscriben, por ello cada entidad federativa recibía recursos suficientes para atender la demanda real de población”.
Incluso, el diputado señala que “con la desaparición de este mecanismo regresamos a la opacidad en la negociación del presupuesto para la salud, pasamos de una presupuestación democrática, en la que el dinero sigue a la gente, a otra totalmente burocrática, basada en la discrecionalidad del presidente, el titular del INSABI, las presiones políticas, la inercia histórica o las variaciones de la economía”.
“Por el bien de las familias más pobres de este país, es fundamental que se aprecien las ventajas estratégicas del mecanismo de financiamiento que el Seguro Popular brindaba en la negociación presupuestal… Sacrificar este mecanismo financiero es un verdadero acto de suicidio financiero, en el que pierde el sistema de salud y pierden los mexicanos”, afirma Reyes Carmona.
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