De acuerdo con un modelo matemático, el rastreo de contactos por medio de apps, más algunas otras medidas de mitigación, podrían haber sido suficientes para contener e incluso terminar la pandemia de Covid-19.
Por ejemplo, en Corea del Sur la tecnología digital de rastreo permitió a los investigadores epidemiológicos no sólo detectar a los contactos y aislarlos; también definir el entorno en el que se produjo el contacto hasta 14 días antes del inicio de los síntomas o del diagnóstico.
Así, al final de su primera ola epidémica, en abril de 2020, en la población de poco más de 50 millones de personas de Corea del Sur se reportaran 10 mil 423 infecciones y 204 muertes, en contraste con la mayoría de los países occidentales, donde parecía inconcebible que la privacidad personal y los derechos de protección de datos pudieran cederse a la protección de la salud.
De acuerdo con un análisis publicado en New England Journal of Medicine, esta actitud pudo ser errónea, pues mucha gente ya cede sus datos personales a cambio de casi nada y ya se están desarrollando innovaciones para garantizar la privacidad, de manera que una próxima epidemia podría ser distinta.