Las pensiones para adultos mayores y Jóvenes Escribiendo el Futuro, dos de los programas emblemáticos del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, son altamente regresivos, es decir, benefician más a los sectores ricos que a la población pobre, lo que desvirtúa el objetivo para el que fueron diseñados.
De acuerdo con el documento Distribución del Pago de Impuestos y Recepción del Gasto Público por Deciles de Hogares y Personas, elaborado por la Secretaría de Hacienda, el 20% más pobre de la población obtiene el 7.7% de los recursos de las pensiones para adultos mayores, mientras que el 20% más rico obtiene el 20.9% de esa bolsa.
La Secretaría de Bienestar informó que durante 2022 destinará 238 mil millones de pesos para otorgar una pensión de tres mil 850 pesos bimestrales a los 10.2 millones de personas mayores de 65 años que hay en el país.
De acuerdo con distorsiones presupuestales de Hacienda, al final del año, el quintil más pobre de los adultos mayores recibirá 18 mil 326 millones de pesos, mientras que el quintil más rico obtendrá 49 mil 742 millones, casi el triple.
Los recursos que al final del año recibirán los adultos mayores más ricos equivale a 2.5 veces el presupuesto del Instituto Nacional Electoral (INE, 19 mil 736 millones de pesos), que ha sido acusado por el propio presidente López Obrador de ser oneroso para las finanzas públicas.
Respecto al programa Jóvenes Escribiendo el Futuro, el 20% más pobre recibe sólo el 10.6% de sus recursos, mientras que el 20% más rico absorbe el 22.5 por ciento.
Atendiendo las desproporciones mostradas por la Secretaría de Hacienda, los jóvenes más humildes recibirán este año mil 121 millones de pesos, mientras que los más ricos obtendrán dos mil 381 millones, es decir, más del doble.