Son varios los puntos que día con día el presidente Andrés Manuel López Obrador ha defendido como estrategia de gobierno, quizás incluso por encima del bienestar social, y es el combate a la corrupción, problema estructural que mantiene una tendencia al alza.
Cada mañana desde Palacio Nacional ha hecho señalamientos a distintos actores, partidos o instituciones por actos de corrupción, sin embargo, el ‘Reporte Especial. Dos años del Gobierno de AMLO’ realizado por Integralia no muestra logros fehacientes en el rubro.
“Parte significativa de la popularidad de López Obrador – indica el reporte de Integralia – se explica por su retórica anticorrupción, que ha sido eficiente al resaltar su presunta honestidad (austeridad) en contraste con la supuesta degradación moral de sus antecesores”.
Otro logro previsto es la capacidad que ostenta la Unidad de Inteligencia Financiera y del Sistema de Administración Tributaria para investigar y perseguir casos de corrupción, lavado de dinero y evasión fiscal.
Esto último se vio respaldado por la aprobación de la llamada ‘Ley Nieto’, con la cual se otorgan facultades a la UIF para bloquear cuentas sin tener para ello una orden judicial. Pese a los señalamientos contra ambas dependencias por ‘terrorismo’, sus acciones son bien vistas.
No obstante, la consultora advierte que el presidente no ha logrado formular una estrategia que sume a dependencia como la FGR, la ASF, el INAI y el Poder Judicial para hacer frente a la corrupción, sino que prefiere señalamientos que le den un alto perfil mediático.
Entre otros rezagos importantes en la materia, se refiere que la corrupción mantiene una tendencia al alza, pues entre 2017 y 2019 la tasa de prevalencia de corrupción aumento 7.5 por ciento, mientras que la incidencia se colocó en 19.2 por ciento.
Integralia reitera que la falta de una estrategia o programa impide el ataque endémico de la corrupción, hecho que ha provocado que este mal creciera, y con ello su costo al país.
Un hecho contradictorio y al cual constantemente recurre la administración de AMLO es la adjudicación directa de contratos. En ese sentido, se indica que entre enero de 2019 y hasta noviembre de 2020, ocho de cada 10 contratos públicos se entregaron en un proceso abierto no competido. CJG
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