Los esfuerzos por reprimir la alta inflación en México no han sido suficientes hasta el momento, por lo que el gobierno ha lanzado un nuevo plan para contener los estragos de la inflación en la parte alimentaria en los que incluye medidas poco ortodoxas, lo que destapa que la crisis inflacionaria es más grande de lo que se pensó en un inicio.
De acuerdo con Rogelio Ramírez de la O, titular de Hacienda, “el gobierno ha neutralizado el efecto inflacionario de los aumentos en la gasolina”, pero reconoce que “el encarecimiento de los productos agrícolas sí ha sido fuertemente resentido”.
El encargado de las finanzas del país admitió que no tenemos suficiente producción alimentaria, ya que la inflación en México es consecuencia de una limitada oferta, es decir, es caro porque no hay lo suficiente para mantener un equilibrio en el mercado. “A diferencia de Estados Unidos, en donde la inflación es de demanda, en México es de oferta”, señaló De la O.
“Las presiones inflacionarias esperamos que se mantengan en el resto del año. Tenemos una expectativa de cierre de 8.4 %. El riesgo está inclinado al alza, es decir que, incluso, la inflación pudiera alcanzar niveles por encima de ese nivel, más cercanos al 9 %", mencionó a ejecentral la Subdirectora de Análisis Económico de Monex, Janneth Quiroz.
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Explicó que la “versión dos del PACIC (Paquete Contra la Inflación y la Carestía)” es una buena noticia pero resaltó que desafortunadamente no es una canasta básica, sino algunos de los productos que están dentro, “por lo que tendrá una injerencia limitada, o un impacto acotado”. La economista resaltó que es positivo que se haga el esfuerzo; sin embargo, “no incluye a todas las empresas, una canasta que pueda consumir toda la gente. Solo serán ciertas marcas las que estarán apoyando este nuevo programa”.
Entre las medidas, el gobierno quitará a partir de que sea publicado en el Diario Oficial de la Federación y hasta febrero del próximo año toda restricción que encarezca la importación de alimentos a ciertos importadores, incluida la inspección sanitaria, la cual se les confiaría la responsabilidad de asegurar que las mercancías que comercian cumplen con las normas sanitarias de inocuidad y calidad.
Para el doctor en Ciencias de la Ingeniería Bioquímica por el Tecnológico Nacional de México, Rafael Carbajal, existen algunos riesgos de dejar en manos de las empresas esta delicada tarea en la importación de alimentos, ya que México desafortunadamente se ha caracterizado por la corrupción, y no exime a las corporaciones de no hacerlo.
Aunque también mencionó que los procesos para que los productos lleguen al anaquel y tengan cierto tiempo de vida, puede ser un factor que evite la entrada de productos en mal estado o que no cumplan con alguna norma. Pero refirió que en el caso de los cárnicos pueda haber más riesgos, ya que son productos que deben de comercializarse inmediatamente, y mencionó que las sustancias que están prohibidas como el clembuterol podrían pasar inadvertidas con estos permisos.
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