El gobierno de Argentina anunció hoy el operativo de seguridad para la Cumbre del G20, que tendrá un costo de unos cuatro millones de dólares y en el que participarán miles de efectivos de todas las fuerzas del país que mantendrán prácticamente sitiada esta capital. El próximo 29 de noviembre comenzarán a llegar a Buenos Aires los mandatarios del Grupo de los 20 (G20), bloque integrado por la Unión Europea y 19 países desarrollados y emergentes, además de líderes de diversas organizaciones internacionales que participarán en la cita, que iniciará al día siguiente. Algunos de los gobernantes que han confirmado su asistencia son Donald Trump, de Estados Unidos; Xi Jinping, de China; Emmanuel Macron, de Francia, y Vladimir Putin; de Rusia, así como el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y la canciller federal alemana Angela Merkel. Ante el número y la importancia política de los visitantes, los ministros de Seguridad, Patricia Bullrich, y de Transporte, Guillermo Dietrich, explicaron este martes en una rueda de prensa los alcances de los operativos que afectarán a los capitalinos. Precisaron que durante la cumbre, que se realizará el 30 de noviembre y el 1 de diciembre, no habrá servicio en ninguna línea del metro, ni en los trenes de cercanías, ni en el aeropuerto metropolitano, que sólo servirá para el uso de las delegaciones oficiales del encuentro. También estará cerrada la principal terminal de autobuses de larga distancia y las autopistas de acceso a Buenos Aires, además de que limitarán la circulación vehicular y de peatones en los alrededores de la sede de la Cumbre y de los hoteles en donde se hospeden los jefes de Estado. En todas estas zonas habrá fuerzas de seguridad, agentes nacionales e internacionales, así como grupos especiales que se desplegarán ante cualquier emergencia. La ministra de Seguridad ya había provocado una polémica al sugerirles a los capitalinos que de preferencia salieran esos días de la ciudad, aprovechando que el presidente Mauricio Macri decretó el viernes 30 de noviembre como feriado. Bullrich confió en que el operativo diseñado es “potente y adecuado” y amenazó con que “el que se pase de la raya” y pretenda alterar el desarrollo del cónclave tendrá que asumir las consecuencias. Al pronunciarse a favor de que las manifestaciones programadas contra el G20 se realicen sin violencia, la ministra reveló que envió una carta al argentino Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz, para que sea el garante de las movilizaciones.
La idea es que sea una reunión pacífica, tranquila, todo aquel que quiera manifestarse con una posición contraria, que lo pueda hacer en el marco de la paz, de la libre expresión y no en el marco de la violencia”, sostuvo la ministra de seguridad.