“Antijurídico y aberrante” dictamen sobre caso Ayotzinapa: Iñaki Blanco
El exfiscal de Guerrero contó las pesquisas que realizó la dependencia a su cargo desde el momento que tuvieron conocimientos de los hechos en Iguala
El 26 de septiembre de 2014 Iñaki Blanco, exfiscal de Guerrero, viajaba hacia la Ciudad de México cuando se enteró de los ataques de policías municipales de Iguala contra estudiantes normalistas y un equipo de futbol local; según recuerda, esa sería una noche llena de momentos de mucha confusión. Hoy, casi cuatro años después, ante la resolución de un Tribunal Colegiado de Reynosa que determinó establecer una Comisión de la Verdad tras concluir que la investigación de la Procuraduría General de la República (PGR) sobre el Caso Iguala fue parcial y se incurrió en torturas para extraer declaraciones, el fiscal afirmó que el fallo “raya en lo ilegal, en lo antijurídico y hasta en lo aberrante”. En entrevista con Raymundo Riva Palacio para el programa Estrictamente Personal, Blanco Cabrera afirmó que la descalificación que hizo el Tribunal de la investigación es algo “gravísimo”, pues tachó las pesquisas del Ministerio Público de la Federación de no ser prontas, efectivas e imparciales y la reduce a “la nada”, marginando al MP, agregó. Desde su punto de vista el exfiscal considera que el dictamen sí desconoce la actuación del Ministerio; además apuntó que que es de llamar la atención que el Tribunal tamaulipeco remite al protocolo de Minesota, para ordenar la instalación de una Comisión de la Verdad: “aquí es donde empiezan los problemas”, indicó. Precisa que el protocolo dice que quien tiene la facultad para dar origen a la comisión investigadora son los gobiernos, facultad que no tiene dicha instancia; además, señala que para garantizar la imparcialidad se deben dejar fuera a personas o grupo que asistan a las víctimas, lo cual, afirma no pasa en esta caso, ya que “el colegiado dice que estarán al frente los representantes legales de las víctimas”.
No hay antecedentes en el país de este tipo de comisiones a nivel nacional”, advirtió.
El extitular de la Fiscalía de Guerrero dijo que ademas se desconoce las funciones propias del Ministerio Público, quien queda reducido a “tareas de mecanógrafo” y que ahora resulta que también la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) investiga delitos.
La noche de Blanco
Durante la entrevista, narró lo que vivió la noche de los hechos del 26 de septiembre de 2014, recordando que ese día se desplazaba hacia la Ciudad de México cuando recibió una llamada de su entonces secretario particular que le informó que había un enfrentamiento en Iguala. La primera orden fue contactar al fiscal regional y les hiciera saber que es lo que estaba ocurriendo. Pasando la 1 de la mañana arribó a la fiscalía municipal donde le informaron que alumnos de la escuela normal “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa habían sido agredidos por integrantes de la policía municipal.
Nosotros iniciamos la averiguación previa alrededor de las 11 de la noche, cuando del Hospital General de Iguala nos informaron que habían ingresado tres personas heridas”, precisó.
Ante esto, cuenta, se ordenó la búsqueda de aquellos estudiantes que se decía estaban “esparcidos” por el municipio y que resultó en el rescate de unos 60 estudiantes que luego fueron resguardados en la fiscalía, según consta en el reporte correspondiente. Posteriormente se hizo un llamado para concentrar a todos los policías de la ciudad, no solo a los que se encontraban en activo, sino aquellos francos. “Se les desarmó, y se comenzó a trabajar en la parte pericial”, indicó. Blanco Cabrera precisó que la información que recibió no fue en tiempo real porque la fiscalía no era parte del sistema C4 de Iguala.
Comentó que en las primeras horas se pudo establecer que al menos 22 elementos habían participado en las agresiones contra los estudiantes De estos, 19 de ellos fueron reconocidos por los mismos como sus agresores.
La prueba de rodisonato dio positivo en el caso de todos ellos, la prueba de luje, que es la que sirve para determinar si las armas fueron accionadas, de igual manera establecimos correspondencia”.
Un aspecto a destacar, dijo, es la agresión contra el equipo de futbol de Los Avispones, quienes declararon que fueron atacados por hombres vestidos de negro. Sobre esto, se encontró correspondencia entre los elementos balísticos localizados en el lugar donde fueron agredidos los futbolistas y las armas de cargo de los elementos de la policía municipal. Así se estableció que estos hombres de negro eran elementos municipales que presuntamente se encontraban descansando.
El vínculo con Guerreros Unidos
Al ser cuestionado sobre cómo se encontró el vínculo entre Guerreros Unidos y los policías, el exfiscal indicó que ya había una investigación en trámite sobre la forma de operar de esta organización derivado de otros hechos, además se contó con la declaración Ernesto Pineda, detenido meses antes y miembro de una célula del grupo dedicada al secuestro; les hizo saber quien formaba parte de esta organización y como operaban. Días después se catearon distintos domicilios, donde fueron detenidos 4 integrantes más. De sus declaraciones se desprenden elementos que les permitió saber que quien dio la instrucción para “contener a los estudiantes” y donde se encontró la participación de mandos municipales vinculados a Guerreros Unidos. Aquí se hallaron referencias también sobre la actuación del grupo en otros municipios como Huitzuco , Taxco y Cocula. Por estos detalles, Blanco aseguró que la PGR no partió de cero, en su investigación sino del informe hecho por la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero (PGJE). Como resultado de la investigación se estableció también la identidad de algunos sujetos parte Los Bélicos, grupo de reacción inmediata de la policía municipal de Iguala y se logró con esto la vinculación a proceso a más de 60 personas de las más de 100 que se encuentran actualmente presas por el caso Iguala, las cuales, apuntó Blanco, podrían regresas a las calles por la resolución del Tribual.
También aseguró que el no es partidario del calificativo de “la verdad histórica”, si no en todo caso llamarla teoría del caso o una verdad legal.
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