Ante protestas, Lenín Moreno lleva sede de Gobierno a Guayaquil
El presidente culpa a Rafael Correa y Nicolás Maduro de querer desestabilizar su administración
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, anunció que decidió trasladar la sede del Gobierno a Guayaquil justificando que lo ocurrido estos días en el país sudamericano “no es una manifestación social de descontento frente a una decisión del Gobierno, sino que los saqueos y la violencia demuestran que hay una intención política organizada para desestabilizar al gobierno, romper el orden constituido, romper el orden democrático”.
Más tarde, militares exigieron a periodistas que se encontraban en el palacio de Gobierno en Quito que desalojaran el lugar, en medio de un fuerte cinturón de seguridad que rodea el recinto presidencial.
Medios de comunicación y agencias como EFE informaron que alrededor de las 16:00 horas locales la presidenta de Telesur, Patricia Villegas, colgó en su cuenta de la red social Twitter un video en el que solicitan el desalojo.
Posteriormente, Moreno acusó a su antecesor y exaliado Rafael Correa y al mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, de querer desestabilizar su gobierno, que enfrenta duras protestas sociales por el alza de combustibles.
“El sátrapa de Maduro ha activado junto con Correa su plan de desestabilización”, dijo Moreno por radio y televisión desde el puerto de Guayaquil.
Flanqueado por su vicepresidente, Otto Sonnenholzner, y el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, Moreno dijo que Correa -que gobernó entre 2007 y 2017 y vive en Bélgica- y varios de sus excolaboradores viajaron “al mismo tiempo, hace pocas semanas, a Venezuela”, y puso en duda que eso haya sido una “coincidencia”.
Diversos sectores sociales rechazan en las calles y carreteras desde el pasado jueves el desmonte de subsidios dispuesto por Moreno, en el marco de un acuerdo firmado con el FMI para acceder a préstamos por 4.209 millones de dólares.
La medida generó alzas de hasta 123% en los precios de los combustibles más utilizados. El galón de 3,79 litros de diésel pasó de 1,03 a 2,30 dólares y el de gasolina común de 1,85 a 2,40 dólares.
Varios miles de indígenas y campesinos empezaron a llegar el lunes a Quito previo a una protesta el miércoles junto a otras organizaciones sociales como sindicatos.
El gobernante tildó de “corruptos” a correístas y dijo que “ellos son quienes están detrás de este intento de golpe de Estado y están usando e instrumentalizando algunos sectores indígenas, aprovechando su movilización, para saquear y destruir a su paso”.
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