La frustración con el gobierno en turno y la inestabilidad económica son los factores que influyen para que los valores democráticos se perciban como débiles, según un estudio publicado por Pew Research Center.
El descontento con la forma en que funciona la democracia es común en muchas naciones de todo el mundo. Por ejemplo, el 79% de los húngaros que creen que su economía nacional está en mal estado dice que su democracia no está funcionando bien, pero sólo 25% del universo encuestado piensa que la economía es buena.
En su análisis aplicado a 34 países, la institución asegura que las opiniones sobre cómo funciona la democracia están asociadas con evaluaciones económicas. Según el estudio, quienes dicen que la economía está mal, están más insatisfechas con el funcionamiento de la democracia.
En esa treintena de países encuestados, el estudio apunta a que una media de 52% no está satisfecha con el funcionamiento de su democracia, comparado con 44% que está satisfecho.
Pero el descontento es más común entre las personas con ingresos más bajos. En 16 de 34 países, los encuestados de bajos ingresos tienen más probabilidades de expresar que no están satisfechos con la manera en la que funciona el sistema.
Europa es una región donde el descontento se manifiesta entre los simpatizantes de los partidos populistas de derecha; es decir, aproximadamente dos tercios o más están satisfechos con la forma en que funciona la democracia en Suecia, los Países Bajos, Polonia y Alemania, pero aproximadamente dos tercios o más tienen la opinión contraria en España, Italia, el Reino Unido, Bulgaria y Grecia.
Es decir, en esas naciones las personas con una visión favorable de los partidos populistas de extrema derecha son más propensas que aquellos que califican a estos partidos de una forma desfavorable para decir que la democracia no está funcionando bien. Sin embargo, en Polonia, los simpatizantes del partido populista de derecha y justicia populista de derecha están más satisfechos con el funcionamiento de la democracia en 40 puntos porcentuales. En contraste, 28 de 34 países mostraron estar más satisfechos que otros con la forma en que funciona la democracia.
En el caso de Argentina, Brasil y México, únicos países latinoamericanos en el estudio, la mayoría de sus
habitantes están insatisfechos con sus democracias.