Aún faltan 131 años para cerrar la brecha mundial y alcanzar la igualdad de género. Es decir, según las últimas previsiones del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), podría ser necesario esperar hasta el año 2154 para que esta meta se materialice. Es un tiempo largo y más después de la pandemia, porque desde entonces el progreso se ha vuelto más lento.
Según el Índice Global de Brecha de Género 2023, en un grupo de 145 países, la puntuación general de la brecha de género está en 68.4 %.
Incluso si nos ponemos más técnicos, considerando los mismos 145 países en las ediciones de 2022 y 2023, el puntaje mejoró de 68.1 % a 68.4 %. Incluso en un grupo de 102 países seguidos desde 2006, la brecha está en un 68.6 % este año, es decir, 4.1 puntos desde que comenzó este índice hace 17 años .
Así, Islandia se lleva el primer lugar por décimo cuarto año, con más de 90 % de su brecha. Otros países nórdicos también están en el top: Noruega, Finlandia y Suecia.
En América Latina, todavía necesitamos 53 años para alcanzar la paridad total. Europa lidera con un 76.3 %, seguida por América del Norte con 75 %, mientras que el Oriente Medio y África del Norte están más rezagados con 62.6 %.
Respecto a la región de Latinoamérica, Nicaragua ha sido la sorpresa en el índice con 0.811 puntos, por lo que se coloca como el séptimo país con mayor igualdad de género a nivel mundial. El país centroamericano ascendió cinco lugares desde la edición del año pasado, manteniendo su séptima posición.
Pero no todo el mundo ha mantenido el ritmo, pues hay naciones donde la representación femenina es muy escasa. Aunque todavía falta para llegar al 100 %, Benin y Malta son ejemplos de que el progreso es posible, pues han dado un salto impresionante; es decir, casi 30 puntos en la escala de paridad.
Paridad a la mexicana
En el ranking mundial de igualdad de género, México ha conseguido un sólido lugar en el puesto 33. En la última edición logró 76.5 % de paridad, subiendo un poquito con respecto al año pasado; sin embargo, se dio un pasito atrás en el conteo de posiciones.
Cuando se trata de educación, México casi se lleva la medalla de oro. Está a las puertas de la paridad, al alcanzar la cima en matrícula de secundaria y universidad, y casi 98.4 % de paridad en alfabetización.
Pero en el mundo laboral, la participación de mujeres en la fuerza laboral es de 57.6 %, incluso el pago por su trabajo sigue siendo disparejo. Incluso, si nos asomamos al poder político, las cosas son mixtas; en el Congreso, las mujeres tienen su espacio casi asegurado, pero en el gabinete y como jefas de Estado, la presencia femenina aún es insuficiente.
Salud y supervivencia es otro peldaño de la escalera. Las esperanzas de vida saludable han perdido escalones, especialmente para ellas, con un descenso de 2.4 años. Esto ha ampliado la brecha de género en este tema, llegando al 97.5 % de paridad.
En política, el Congreso es terreno parejo, pues México pertenece a la élite en cuanto a la paridad en escaños parlamentarios, junto a países como Nicaragua, Ruanda, los Emiratos Árabes Unidos y, desde este año, Nueva Zelanda.
