Analítica | La (interminable) crisis del turismo
Antes del brote de coronavirus, el sector turístico mundial había experimentado un crecimiento casi ininterrumpido durante décadas; ahora, apenas va levantándose, pero aún existe la sombra de la Covid y un nuevo factor: la guerra en Ucrania
Aunque casi ninguna industria se ha librado del impacto de la pandemia de Covid-19, pocas se han visto tan afectadas como el sector turístico.
La Organización Mundial del Turismo (OMT) ha informado que las llegadas de turistas internacionales aumentaron sólo 4% durante el año pasado, por lo que el porcentaje alcanzó 72%; es decir que se situó por debajo de los niveles de 2019.
Esta cifra equivale a más de mil millones menos de llegadas internacionales en comparación con las cifras anteriores a la pandemia, lo que mantiene al sector en niveles vistos por última vez a finales de la década de 1980.
Antes del brote de coronavirus, el sector turístico mundial había experimentado un crecimiento casi ininterrumpido durante décadas. Desde 1980, el número de llegadas internacionales se disparó de 277 millones a casi 1.500 millones en 2019.
De acuerdo con las cifras presentadas por la OMT, cuya última lectura fue en enero pasado, las dos mayores crisis de las últimas décadas, la epidemia de SARS de 2003 y la crisis financiera mundial de 2009, fueron baches menores en comparación con la pandemia de Covid-19.
Según el análisis de la OMT, para 61% de los expertos de la OIT existen mejores perspectivas para este año, mientras que un 64% sostiene que entre sus expectativas no sobresale una recuperación completa, por lo que esperan que sea hasta 2024, o más tarde, que se puedan retomar los niveles similares a los de 2019.
De esta forma, los escenarios estimados por el organismo internacional prevén que las llegadas de turistas internacionales podrían crecer entre un 30% y un 78% en 2022 en comparación con 2021.
Si bien este sector de la economía continúa en medio de una crisis cuya recuperación ha sido lenta, esto parece una mejora significativa, pues algunas regiones del mundo tendrían más del 50% por debajo de los niveles prepandémicos. Sólo que la guerra en Ucrania podría modificarlo todo.
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