Si la pérdida y el desperdicio de alimentos fueran un país completo, sería la tercera fuente más grande de emisiones de gases de efecto invernadero.
Y no es sólo eso, el desperdicio de alimentos también es una carga para los sistemas de gestión de residuos, y exacerba la inseguridad alimentaria. Todo esto lo que lo convierte en uno de los principales contribuyentes a las tres crisis planetarias del cambio climático, la pérdida de naturaleza y biodiversidad, y la contaminación y el desperdicio.
En el mundo literalmente se tiran a la basura 931 millones de toneladas de alimentos cada año, es decir, 17 % del total de alimentos disponibles para los consumidores.
Esa cantidad de desperdicio proviene de los alimentos que se tiran en cada casa, de los establecimientos minoristas y la industria de servicios de este sector, estima el Índice de desperdicio de alimentos publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
De esas 931 toneladas, poco más de la mitad, 569 millones, procede de los hogares, por lo que el promedio mundial de 74 kilos per cápita de alimentos desperdiciados cada año es notablemente similar entre los países de ingresos medianos bajos y los países de ingresos altos.
Las cifras más altas de desperdicio de alimentos se ubican en los dos países con más de mil millones de habitantes.
Es decir, se calcula que China desperdicia 91.6 millones de toneladas de alimentos al año, mientras que India desecha 68.8 millones de toneladas. Estados Unidos está un poco más abajo en la clasificación, con 19.4 millones de toneladas de residuos alimentarios, mientras que en América Latina, Brasil y México producen aproximadamente 12 millones de toneladas anuales. España, por su parte, genera 3.61 millones.
El panorama es bastante diferente cuando se trata de residuos producidos per cápita. Por ejemplo, un hogar medio de la India desecha 50 kilogramos de alimentos al año, mientras que en Estados Unidos esa cifra se eleva a 59 kilos.
A pesar de parecer que el nivel de desperdicio total de alimentos es relativamente bajo en comparación con otros países, con 2.6 millones de toneladas al año, el índice muestra que Australia tiene un alto nivel de desperdicio per cápita, con 102 kilogramos por hogar al año.
En comparación, los residuos domésticos de Rusia ascienden a 4.9 millones de toneladas al año y que los residuos per cápita alcanzan 33 kilogramos.
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