La belleza puede estar en el ojo del espectador, pero existe muy poco debate cuando se trata del atractivo a largo plazo de la industria mundial de la belleza.
Desde 2005 este sector no sólo ha crecido constantemente, sino que ha creado generaciones de consumidores leales. Un ejemplo lo podemos observar durante la crisis financiera de 2008, el gasto en la industria se redujo ligeramente, pero se recuperó muy pronto, llegado 2010.
De acuerdo con un análisis elaborado por McKinsey & Company, consultora global que se focaliza en resolver problemas en torno a la administración estratégica, a pesar de que la magnitud económica de la pandemia de Covid-19 en las marcas y minoristas será mucho mayor que cualquier recesión, hay indicios de que la industria de la belleza puede demostrar de nuevo que es relativamente resistente.
Al mismo tiempo, en una variedad de mercados, McKinsey observó que los consumidores tienen la intención de gastar menos en productos de belleza a corto plazo (en gran medida impulsados por la disminución en el gasto en cosméticos), pero más de lo que gastarán en otras categorías discrecionales, como calzado y ropa.
Otro ejemplo lo ubica este análisis en 2001, pero sin estar estimado en las estadísticas de su estudio.
En este año, cita McKinsey, fue cuando ocurrió un aumento en las ventas de lápiz labial a causa de la recesión de aquel año. Por ende desde aquella experiencia
se acuñó el término “índice de lápiz labial” que fue ideal describir este fenómeno.
Este principio reside en que las personas ven el lápiz labial como un lujo asequible y, por lo tanto, las ventas tienden a mantenerse fuertes, incluso en momentos difíciles para la economía.
›Según lo dicho por McKinsey es posible que, basados en los datos históricos del consumo de productos de belleza y cuidado corporal, se planteen las tendencias epidemiológicas y la efectividad de las decisiones de política económica para temporadas y crisis futuras.
Con base en los escenarios más esperados por los ejecutivos y las tendencias actuales, McKinsey lanzó un estimado general de los ingresos globales de la industria de la belleza, y es que podrían caer de 20 a 30% en 2020.
En China, por ejemplo, el estudio refiere que las ventas de esta industria en febrero cayeron hasta 80% en comparación con 2019.
En este punto se hizo una acotación en el caso de Estados Unidos, pues si hay una recurrencia de Covid-19 más adelante, la disminución podría ascender a 35 por ciento.