A más de tres años de la irrupción de Covid-19 y con ella las restricciones sanitarias y de convivencia, las cifras de asistencia en las salas de exhibición cinematográfica han logrado una aceptable mejoría.
Pese a los desafíos y cambios en los patrones de consumo de medios, el cine se mantiene como un punto de encuentro en las sociedades del mundo, e incluso como excusa para contar historias.
Según un estudio reciente de Canacine, Australia se coronó como el país con la mayor cantidad de entradas de cine vendidas por habitante, pues cada persona fue al cine un promedio de 2.66 veces durante 365 días.
Corea del Sur se posicionó en segundo lugar con un promedio de 2.63 visitas al cine por persona en 2022. En tercer lugar, Nueva Zelanda registró un promedio de 2.48 visitas al cine por habitante en 2022.
El cuarto lugar lo obtuvo Hong Kong, con 2.41 entradas y le siguen: Islandia,
2.39; Francia, 2.27; Singapur, 2.23; Estados Unidos, 2.1; Irlanda, 2.09 y Estonia con 1.96.
En el caso de México, de las entradas vendidas se registraron, en promedio, 1.41 por persona.
El precio de un boleto
Ahora, el precio de cada boleto es otra cosa. De 2015 a 2022, el valor de una entrada al cine se incrementó casi 20 pesos, de acuerdo con el informe de Canacine, pues hace ocho años tenía un costo de 46.5 pesos, mientras que para 2022 el precio se registró en 65.7 pesos.
En el mundo, India representa el país que ofrece un precio más accesible con 1.2 dólares por entrada, seguido de Sudáfrica con 1.9; en Colombia 2.3; Indonesia, 2.6; Turquía, 2.7; Kazajistán, 3.1; Brasil, 3.2; Perú, 3.2; Vietnam, 3.3 y finalmente México, con 3.3 dólares.
Aunque la industria enfrentó desafíos considerables en los últimos años con el surgimiento del streaming, además de ser muy golpeada por la pandemia, los datos recopilados por Canacine revelan que los amantes del cine siguen llenando, poco a poco, las butacas en varios países.
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