Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que en su gobierno ya se rebasó el número de homicidios que se registraron en la administración de Felipe Calderón, señaló que dicha alza se debió a que “nosotros recibimos los homicidios hasta la punta”, de lo cual responsabilizó a los dos sexenios anteriores; sin embargo, reiteró que la estrategia que está implementando su gobierno es la correcta y no se modificará.
“Dicen: ‘es que ahora hay más asesinatos que en la época de Felipe Calderón’. Sí, nada más que nosotros recibimos los homicidios hasta la punta, hasta mero arriba y Calderón no recibió así el país, él lo llevó arriba, y todavía en el gobierno pasado le subieron más”, acusó este jueves el mandatario respecto a la alta violencia homicida que persiste.
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El mandatario aceptó que el fenómeno de la violencia y el alto índice de asesinatos son un problema que “no se puede arrancar de raíz de la noche a la mañana, de un día para otro, es un problema que lleva años y que además se propició, se alentó”.
López Obrador también reconoció que, aunque en el tema de homicidios “no ha habido la disminución que quisiéramos”, reiteró que “hay una contención y hemos logrado, aunque sea poco, bajar”.
Pese a que tanto el mandatario, como el subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía, sostuvieron que actualmente en los hechos delictivos hay “cero corrupción y cero impunidad”, la realidad es que varios de los sucesos violentos de alto impacto fueron omitidos por el subsecretario.
Entre los casos emblemáticos que no fueron abordados por el funcionario de seguridad se encuentra el repunte de la violencia en Michoacán, donde ayer por segundo día consecutivo sumaron 16 víctimas de homicidio y tan sólo en tres días se alcanzaron los 37 asesinatos, ocho de los cuales se registraron por un sicario durante la tarde del martes.
Los enfrentamientos y bloqueos con vehículos incendiados en Ocozocuautla, Chiapas, derivado presuntamente de la disputa de los locales para la venta de comida fue otro de los hechos ignorados.
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