Desde su llegada al poder, en diciembre de 2018, lo advirtió. Quería ajustar el marco legal a la nueva realidad, a lo que llama la Cuarta Transformación, pero todo quedó en palabras.
El presidente Andrés Manuel López Obrador llegó a su administración con la promesa de eliminar decenas de organismos autónomos y descentralizados para ahorrar y que su función la realizaran las Secretarías de Estado.
Les declaró la guerra y los acusó de haber sido creados para robar, para defender a grupos de interés, para facilitar la privatización y el despojo. Igual al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) que a la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), que a muchos otros.
Después desistió de la idea, el tiempo no le alcanzaría para eliminarlos. Pero no duró mucho. Este miércoles, la idea volvió a su mente y no descartó, ahora sí, hacerla realidad, sobre todo con la Cofece.
El lunes, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) emplazó al mandatario a enviar al Senado de la República, en un plazo no mayor a 30 días, la terna para llenar las vacantes en el pleno de la Cofece, que no había realizado en su intento de desaparecerla. Va a cumplir, dijo, pero mostró su desacuerdo.
“Yo no estoy de acuerdo con lo de la Cofece, porque es un organismo que defiende a empresas particulares, no defiende a las empresas públicas, no defiende al pueblo, son estos instrumentos que fueron creando para proteger el modelo privatizador que se impuso durante el periodo neoliberal”, resaltó.
Pero lanzó nuevamente su ofensiva y esta vez fue más directo: no descarta que “el día de mañana o hacia el futuro” se “desmonte el andamiaje protector de intereses creados”, que afirmó, sería lo ideal.
Necesaria una reforma constitucional
Si el presidente López Obrador quiere desaparecer a la Cofece, tiene que reformar el Artículo 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. El párrafo 15 de dicho artículo dice que: el Estado contará con una Comisión Federal de Competencia Económica, que será un órgano autónomo, con personalidad jurídica y patrimonio propio, y concurrencia, así como prevenir, investigar y combatir los monopolios, las prácticas monopólicas, las concentraciones y demás restricciones al funcionamiento eficiente de los mercados, en los términos que establece la Constitución y las leyes.
En 2013, durante el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto, el Congreso de la Unión avaló la incorporación de la creación de la Cofece y del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) a la Carta Magna.
Además, deberá reformar los artículos: sexto, séptimo, 27, 73, 78, 94 y 105 de la Constitución, lo que también afectaría al IFT, es decir, el Presidente podría desaparecer en una sola reforma a dos órganos autónomos.
Aunque realizar esta reforma es una misión casi imposible, considerando que no cuentan con dos de las terceras partes necesarias de los 500 diputados para su aprobación, el Presidente tiene bajo el radar hacer cambios en materia administrativa y debilitar a esas dos oficinas independientes al gobierno.
“Puede, quizá, presentar alguna iniciativa para reformar el marco jurídico, administrativo, pero desaparecerlo, eso solo mediante una reforma constitucional”, explicó una persona dentro del Congreso.
Para el mandatario mexicano, los órganos autónomos no están haciendo su trabajo de proteger al pueblo, sino a intereses particulares o de partido, por lo que también ha señalado al IFT; el caso más reciente, es la iniciativa de reforma presentada en materia electoral, donde López Obrador busca transformar de forma y fondo al Instituto Nacional Electoral (INE).
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