AMLO se burla, descalifica, desprecia y minimiza marcha

7 de Noviembre de 2024

AMLO se burla, descalifica, desprecia y minimiza marcha

AMLO y la marcha

Desde que se dio a conocer la convocatoria a la marcha, propuesta por Claudio X. González y otros opositores al gobierno de la llamada Cuarta Transformación, el Presidente la señaló de clasista y racista

Inició serio, pero sabía que era el cuestionamiento más esperado por la prensa. Querían saber sus impresiones y él buscó dar un discurso políticamente correcto.

Un día antes, miles —aún sin saber la cantidad exacta de asistentes ante las discrepancias entre las cifras de las autoridades de la Ciudad de México y de los propios organizadores—, salieron a marchar, a defender la democracia y al Instituto Nacional Electoral (INE).

“Lo cierto es que lo de la supuesta agresión al INE no tiene fundamento, lo que se busca es lo contrario, es fortalecer la democracia en nuestro país, protegerla, porque todavía hay riesgos de fraudes electorales. Entonces, lo del INE fue una excusa, una bandera”, señaló.

Pero inmediatamente inició las descalificaciones. Ante la vista de más de 500 mil personas en YouTube y 100 mil en Facebook, aseguró que la manifestación fue en contra de la transformación y a favor de los privilegios que tenían en administraciones pasadas, a favor de la corrupción, del racismo y del clasismo, frases que repitió desde el inicio de la convocatoria a marchar.

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Desde que se dio a conocer la convocatoria a la marcha, propuesta por Claudio X. González y otros opositores al gobierno de la llamada Cuarta Transformación, en contra de la Reforma Electoral, el Presidente la señaló de clasista y racista, pero prometió garantías para que llegara hasta el Zócalo de la Ciudad de México, aunque el destino fue el Monumento a la Revolución.

#ElINENoSeToca fue el lema que movió a miles de personas, (entre 10 y 12 mil según el secretario de Gobierno capitalino, Martí Batres; 60 mil según López Obrador; o medio millón de manifestantes que señaló Claudio X. González). “Representar, no suplantar”, “Yo defiendo al INE”, “Con este INE ganaste, cabrón”, eran algunos de los mensajes que se podían leer en cartulinas, en carteles improvisados o impresos en lonas.

Pero el mandatario elevó el tono: “Yo creo que fue muy importante la marcha de ayer, fue como una especie de streaptease político, público, del conservadurismo en México. Y esto es muy bueno, porque, si no emerge esto, se mantiene soterrado, y hace mucho daño para tener una sociedad mejor, más justa, más igualitaria, más fraterna”, decía mientras esbozaba una sonrisa, parecía burlarse.

Incluso los retó a llenar el Zócalo, pues aseguró que la cantidad de asistentes no llegaría ni a la mitad de la plancha de la Plaza de la Constitución, pero —aún con desconfianza— pidió continuar, ser perseverantes “aún cuando se trate de mezquindades” y hasta aconsejó organizar otra marcha, que una lucha es de no cansarse.

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Las fotografías de los asistentes a la marcha fueron proyectadas en la pantalla y el Presidente, uno a uno, explicó a su parecer quiénes eran. “La esposa de Calderón”, se refirió a Margarita Zavala, lo que molestó a la diputada y le pidió “dígame por mi nombre, aunque le cueste trabajo”.
“Ah, la señora Claudia Ruiz Massieu, sobrina de Carlos Salinas de Gortari”, “Santiago Creel, imagínense”, “ahí está la maestra Elba Esther, demócrata”, “de la Coparmex, un sector del PAN y que me fue a acusar con el rey, Claudio”, iba describiendo cada foto que salía en la pantalla.

“Imagínense -también de que ayuda a aclarar las cosas, que no haya simulación. Imagínense la alegría que produce, la satisfacción el que agarren de la mano los supuestos adversarios y caminen juntos porque, según su visión, está en riesgo la democracia. No, es un espectáculo único, de primera, es de cobro por evento”, López Obrador comenzó a subir el tono.

Fue cuestionado si tenía un plan “b” en caso de que la iniciativa de reforma no pase, pero aseguró pese a las trabas que le pusieron, él ganó porque “el pueblo estaba harto de la corrupción, por eso ya no les alcanzó para otro fraude”, como el que acusa le hicieron en la elección presidencial de 2006.

Antes de finalizar, arrasó con José Wondenberg, el primer consejero presidente que tuvo el entonces Instituto Federal Electoral (IFE) y quien fue el encargado del discurso al finalizar la marcha en el Monumento a la Revolución.

“Woldenberg es el maestro de todos esos que después se mantuvieron en el INE. Y es un pensamiento conservador, nada más que muy hipócrita”, dijo notoriamente molesto.