El desdén que existe desde el Ejecutivo federal hacia el Poder Judicial ha sido patente en distintas ocasiones, incluso antes de la renovación de la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y mayor tras la elección de la ministra Norma Lucía Piña al frente del máximo tribunal.
Previo a la votación, el presidente Andrés Manuel López Obrador opinaba, cuestionaba y criticaba a todo el Poder Judicial. Jueces y magistrados, decía, sirven a los intereses creados e ignoran a los que menos tienen. Incluso emprendió una campaña de denuncias en contra de impartidores de justicia que, de acuerdo a su criterio, liberaban a delincuentes sin razón justificable.
Horas antes de la elección reiteró la necesidad de reformar el Poder Judicial, pero lo dejó en manos de la nueva presidencia. López Obrador negaba injerencia en la elección, pero mientras defendía a su única allegada en la contienda, la ministra Yasmín Esquivel (sobre quien pesaba una fuerte acusación de plagio en su tesis de licenciatura), arremetía contra el otro aspirante, el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, a quien señaló de ser el favorito del antiguo régimen y de ser el director del SAT en las épocas de las “facturaciones falsas”.
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La ministra Norma Lucía Piña fue electa y el mandatario elevó su arremetida. La felicitación esperada no llegó, ni por redes sociales. Al otro día, López Obrador reveló que fue la ministra presidenta quien lo llamó. Celebró, casi obligatoriamente, que es la primera mujer en ocupar el cargo, pero apuntó que tenía desacuerdos con ella y que éstos continuarían.
›Pero no quedó ahí.Para responder a las acusaciones de intervencionismo, dos días después de la elección, el Presidente decidió revelar las votaciones “secretas” de las y los ministros, para señalar a quienes votaron en favor del candidato de los opositores de la llamada Cuarta Transformación.
El pasado domingo, en la Conmemoración de los 106 años de la Promulgación de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, vino otro encuentro. El Presidente de la República y la presidenta de la Corte se saludaron en la puerta del Congreso de Querétaro, pero al llegar al podio, la ministra fue señalada de faltar al protocolo por permanecer sentada en el recibimiento del mandatario.
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Este miércoles, la embestida fue directa. A diferencia de otras veces, cuando señalaba en general al Poder Judicial o a otros ministros, esta vez el presidente López Obrador se lanzó contra la ministra presidenta Norma Lucía Piña.
“La señora presidenta de la Corte, para hablar en plata, está por mí de presidenta”, soltó entre carcajadas. “¿Por qué?”, le preguntaron: “Ah, ah, ah, sí, porque antes, antes el Presidente ponía y quitaba a su antojo al presidente de la Corte”, resaltó.
La nueva embestida se da en medio de las impugnaciones al llamado “Plan B” de López Obrador en materia electoral, que ya suma acciones de inconstitucionalidad interpuestas por legisladores y partidos, una controversia constitucional promovida por el Instituto Nacional Electoral (INE), y amparos de funcionarios afectados, todos ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación que será quien decida el rumbo de las reformas a las leyes General de Instituciones y Procedimientos Electorales, General de Partidos Políticos y Orgánica del Poder Judicial de la Federación.