La lucha entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el Poder Judicial incrementa día con día. Cada nueva resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) basta para que el mandatario se vuelva a lanzar contra ministros, magistrados y hasta abogados.
Ayer, la Corte invalidó, por mayoría de votos, el decreto presidencial que ordenaba la reserva de información de las obras y proyectos prioritarios del gobierno federal. Y el mandatario no se quedó callado.
López Obrador afirmó que él ya sabía que la Corte, a la que llama la “Suprema Corte del Derecho” y no de la justicia, daría esa resolución porque están en favor de un grupo conservador y oligarca, pero no de la justicia para el pueblo.
Explicó que por eso se adelantó y emitió un nuevo decreto para clasificar sus obras prioritarias como seguridad nacional.
El mismo lunes, el ministro Alberto Pérez Dayán advirtió que los jueces harán cumplir lo que dice la Constitución “a costa de lo que sea” y que “estamos fuertes, estamos convencidos de lo que hacemos; nada nos va a doblar”.
Sin embargo, López Obrador aprovechó estas declaraciones para lanzarse nuevamente contra el Poder Judicial que, dijo, “ya lo perdimos”; los acusó de estar siempre alejada del pueblo y cercana al poder, pero ahora hacerlo de manera “descarada” y al servicio de los potentados.
“Ellos no defienden la Constitución, ellos defienden sus intereses y los intereses de quienes se sentían dueños de México”, afirmó el mandatario y justificó su señalamiento diciendo que no respetan el Artículo 117 donde se estipula que nadie debe ganar más que el Presidente, y violan la ley con los altos sueldos que perciben.
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