Al mismo tiempo que llamaba tácitamente “injerencista e ignorante” al embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, el presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió que es falso que permita a Rusia espiar desde el espacio aéreo mexicano.
El mandatario fue cuestionado por la reunión en la que el gobernador de Zacatecas, David Monreal y el embajador norteamericano acordaron el apoyo del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y de la Agencia Antidrogas (DEA) en el control de la seguridad que se ha desbordado en la entidad.
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Y aunque al inicio, López Obrador aseguró confianza en el Embajador estadounidense, lo acusó de injerencismo, pero detalló que no expresaría su inconformidad como lo hizo anteriormente, con sutileza diplomática, por la detención del general Salvador Cienfuegos.
“Sí, o sea, pero ni modo que vamos a hacer un escándalo, no”, detalló.
Al mismo tiempo, resaltó la falta de conocimiento de Ken Salazar de las leyes mexicanas, pues advirtió que, de acuerdo al artículo 89 de la Constitución, los estados no pueden celebrar alianzas, tratados o coaliciones con otros estados o potencias extranjeras.
“No, es que a veces no se conocen bien las leyes, o como había mala costumbre de que antes se metían sin pedir permiso para nada, quedan esas inercias”, explicó el Presidente.
Rechaza espionaje, pero olvida condena
López Obrador fue tajante: el acuerdo de cooperación de navegación por satélite firmado entre México y Rusia se realizó en septiembre de 2021, antes de la guerra; sin embargo no se utiliza para espiar a ninguna nación.
“Sí, es un acuerdo que se firmó el año pasado, en septiembre, antes de la guerra de Rusia y Ucrania, y ahora se está haciendo un escándalo porque se habla de que México está permitiendo que satélites rusos puedan ser utilizados para espiar el espacio aéreo mexicano y de América del Norte. Lo cierto es que estos acuerdos se firman con todos los países y no tienen el propósito de espiar a nadie ni de afectar la soberanía de ninguna nación”, aseguró.
Reiteró su llamado a buscar el diálogo en el conflicto, porque se está produciendo mucho sufrimiento y pérdidas de vidas humanas, así como desplazados; además de afectar la economía de los países del mundo.
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Pese a eso, pidió “que no nos metan en sus argüendes”, que México tiene una política de neutralidad y sólo ha aportado una propuesta para solucionar pacíficamente las diferencias.
Pero el Presidente pareció olvidar que el que “se mete en el argüende” es él, puesto que desde que inició el conflicto, se ha solicitado una postura condenatoria por la invasión rusa a Ucrania; algo que rechazó, no quiso tomar partido.
Otra cosa que olvidó mencionar fue respecto a los bombardeos masivos que Rusia realizó contra Ucrania este lunes, que han dejado decenas de muertos y que son, de acuerdo al Kremlin, en respuesta al ataque “terrorista” en contra del puente que conecta a Crimea y Rusia.
En cambio, en la reunión de seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el canciller Marcelo Ebrard, a petición del mandatario mexicano, presentó una propuesta para lograr la paz entre ambas naciones, la cual desató una serie de críticas, incluida de un asesor del presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, que aseguró la propuesta mexicana era un plan ruso.
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