El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que la conquista de los españoles “fue un rotundo fracaso” al cumplirse este viernes 500 años de la caída del imperio azteca.
“Este desastre, cataclismo, catástrofe, como se le quiera llamar, permite sostener que la conquista fue un rotundo fracaso”, dijo López Obrador al presidir una ceremonia en que la que se conmemoraron cinco siglos de la caída de Gran Tenochtitlán, la ciudad azteca.
La ceremonia fue realizada en el Zócalo, la plaza central que fue el corazón del imperio azteca o mexica, ante la presencia de representantes indígenas de México, Canadá y Estados Unidos y descendientes de Moctezuma II, el antepenúltimo emperador.
"¿De qué civilización se puede hablar si se pierde la vida de millones de seres humanos y la nación, el imperio o la monarquía dominante no logra en tres siglos de colonización recuperar la población que existía antes de la ocupación militar?”, añadió el mandatario.
López Obrador hizo un recuento de las enfermedades que sufrieron los indígenas a raíz de la llegada de los españoles, y los acusó de llevarse grandes cantidades de oro.
“El oro que se llevaron de México, en 300 años” que duró la colonia española “fue de 182 toneladas”, sostuvo.
La conquista y la colonización “son signos de atraso, no de civilización, menos de justicia”, subrayó de espaldas a una monumental representación del Templo Mayor, el centro de la vida religiosa mexica.
“Ojalá todos hagamos el compromiso de la no repetición (...). Y digamos nunca más a una invasión, una ocupación o una conquista”, añadió.
El presidente izquierdista ha insistido en otras ocasiones en que España y la iglesia católica ofrezcan disculpas por los excesos cometidos durante la conquista.
Sin haber obtenido una respuesta favorable a este reclamo, López Obrador pidió este viernes “perdón a las víctimas de la catástrofe originada por la ocupación militar española de Mesoamérica y del resto del territorio de la actual República Mexicana”.
Maqueta del Templo Mayor
Durante la ceremonia también fue presentada la maqueta monumental del Templo Mayor que fue construida en la Plaza de la Constitución, y que generó diversas críticas durante las últimas semanas.
En el evento también participaron la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, la escritora Beatriz Gutiérrez Müller, el canciller, Marcelo Ebrard y otros integrantes del gabinete federal.
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