Fue la noche del miércoles 27 de octubre cuando una escena escalofriante llamó la atención de los pobladores del municipio de Monte Escobedo, Zacatecas: un perro paseaba por las calles con una cabeza humana en el hocico.
Cuatro días después, una escena similar se registró en Irapuato, en Guanajuato. Un perro salió de una finca del Fraccionamiento Santa Fe con un brazo humano en el hocico. La escena llevó a las autoridades a encontrar más de ocho fosas clandestinas con al menos cuatro bolsas con restos humanos.
A más de una semana de los hechos, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador no había informado, ni se había pronunciado al respecto, ni en su sección de “Cero Impunidad”, donde anuncian avances en hechos delictivos y sus procesos judiciales.
“A veces no queremos dar mucha información de este tipo, porque no queremos parecer Alarma!, pero si ustedes lo piden sí, todo”, reveló el presidente López Obrador.
En los primeros días de octubre, integrantes de un grupo delincuencial se enfrentaron contra elementos del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional en el municipio de Jiquipilas, en la región Valles de Chiapas. Los primeros reportes señalaban tres militares lesionados, vehículos destruidos y calcinados. Los días pasaron y el mandatario se pronunció por el caso hasta tres días después.
Datos, como que octubre fue el mes más violento de los últimos 25 meses con 80 víctimas en promedio al día, han sido ocultados o no revelados por la actual administración, aunque no reveló qué otro tipo de actos violentos no han sido revelados.
Aunque el gobierno de López Obrador se encamin a
ser el más violento, el mandatario se esmera todos los días por transmitir la idea de que no hay asesinatos, matanzas ni tiroteos.