A la batalla en contra del Poder Judicial, a la que se ha tachado de defender los intereses de grupos de interés y no los del pueblo, ahora se sumó la aceptación a trámite de la controversia constitucional contra el llamado “Plan B” interpuesta por el Instituto Nacional Electoral (INE).
En esta ocasión, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló al ministro Javier Laynez Potisek, quien admitió la controversia, de pertenecer a la misma “mafia” que el consejero Ciro Murayama o que Claudio X. González, pero hoy elevó el tono.
Por segundo día consecutivo, el mandatario señaló que no están en contra de las reformas hechas a la ley electoral, solo en contra de uno de los cambios: la reducción de los altos salarios de los funcionarios.
Sin embargo, resaltó que, aunque las reformas a las leyes electorales fueron aprobadas por diputados y senadores, del Poder Legislativo, que es el más cercano a la gente, venga una persona que no es electo por el pueblo, para referirse al ministro Laynez, venga y “los cancele, es un hecho, yo pienso, inédito, y desde luego, injusto y arbitrario”, pero no quedó ahí.
“Ya pues ahora tenemos en los hechos, o quieren que prevalezca, que impere en México una especie de supremo poder conservador. Y ya este ministro Laynez ya es como su alteza serenísima. Eso es lo que estamos ahora debatiendo”, señaló.
López Obrador reiteró que de cancelarse el “Plan B” ya cuenta con un “Plan C”, que no falla y no puede ser cancelado, porque se trata de llamar al pueblo a continuar con la transformación y negarle los votos a los conservadores en los próximos comicios de este y del próximo año.
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