En su primera respuesta durante la mañanera se notó la evasión. “Hay que esperar la resolución de la Corte y cumplir con lo que la Corte mande, decida, resuelva”, dijo y aseguró que su gobierno está en una postura de completa transparencia.
Le preguntaban sobre la próxima resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en torno a las desapariciones forzadas en el sexenio de Felipe Calderón. Parecía que iba a profundizar, pero no lo hizo.
“No hay obstáculos de ninguna institución del Estado, porque la instrucción que han recibido todos los titulares de las secretarías es que ayuden, que cooperen, que no se conviertan en cómplices de delitos”, detalló, pero hasta ahí la dejó.
Cambió el tema y se fue, como cada día, en contra de los medios de comunicación y de periodistas, en contra del Washington Post que lo llamó “un populista peculiar” y que su única “misión del mundo se centra en restaurar lo que malinterpreta como la gloria perdida de la industria petrolera nacionalizada de México”.
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Pero tuvo otra oportunidad. Sobre las indagatorias contra el expresidente Enrique Peña Nieto, ¿cuál es su opinión?, le cuestionaron.
“Ya, políticamente, mi postura ya la he definido muchas veces”, reaccionó con cara de disgusto. Al igual que ayer, el mandatario recordó que prometió enjuiciar a expresidentes, sólo “si el pueblo lo pedía”, pero que en la consulta pública no prosperó porque no alcanzó la participación para ser vinculatoria.
“De todas maneras, los procesos que existen tienen que tener su curso, nosotros no podemos decirle al fiscal que no actúe o a una dependencia que tenga una carpeta sobre irregularidades o posibles irregularidades: ‘no presentes nada’. No, que se presente y que la autoridad resuelva”, explicó.
Sin embargo, el caso lo volvió a dejar en manos de la Fiscalía y las autoridades correspondientes. Afirmó que él presentó denuncias cuando era oposición, pero que ahora ya deben estar en los archivos.
Lo mismo pasó en el tema de asaltos a plataformas de Pemex en Campeche. “sí, hay robos y hay investigaciones también”, aseguró, pero se desvió. Lo más importante, apuntó, es el riesgo que pueden ocasionar, la tragedia a la que puede llevar. Eso es lo que más le preocupa, el robo no.
Y Calderón volvió a salir a relucir, por las declaraciones de Sandra Ávila Beltrán, conocida como La reina del sur, hacia el exmandatario mexicano, a quien acusó de fabricarle un delito para poder sentirse un buen Presidente cuando él colaboraba con cárteles mexicanos.
“Ya expusiste, ¿no? Ya diste a conocer lo que declaró esta señora, y ya la autoridad competente tiene que resolverlo”, fue lo único que respondió del tema. Los siguientes 10 minutos habló de la austeridad republicana, la pobreza franciscana, su autoridad moral y que lo más importante es el bienestar del alma y no el económico, un discurso que ha repetido en más de una ocasión.
Lo que no evadió fue invitar a los mexicanos a participar en el sorteo del 15 de Septiembre y en la festividad que, pese a la pandemia y sus ahorros, se realizará en el Zócalo de la Ciudad de México donde amenizarán Los Tigres del Norte y tendrá como invitados a familiares de grandes luchadores sociales de todo el mundo.
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