La próxima visita del presidente Andrés Manuel López Obrador no es cosa menor, pues se da en medio de importantes diferencias con la empresa Mitsubishi por la venta de sal, y también cuando se siguen investigaciones internas por posible corrupción.
En cuanto a esto último, las indagatorias de la Secretaría de la Función Pública ubicaron una posible prueba muy interesante contra Mario Vargas cuando fue titular del OIC de Exportadora de Sal (Essa).
De acuerdo al expediente, dicen los conocedores del caso, don Mario recibió de regalo una camioneta de lujo GMC Acadia de VIN, que entonces costaba medio millón de pesos, que con su salario no podría haber costeado y que no consignó en alguna de sus declaraciones patrimoniales, a pesar de estar a su nombre; luego la “vendió” a su subalterno, Jesús Moreno —esposo de la ahora encargada de quejas Johanna Romero—, quien sí la reportó en 2017 en sus declaraciones patrimoniales, pero sin especificar cómo pagó 250 mil pesos por ella. Ahora todos ellos son investigados.