Padres de familia y profesores se encargarán de los recursos y de gestionar obras de infraestructura en los centros educativos, pero ¿quién los va a auditar y encargarse de que el presupuesto se ejerza en tiempo y forma? Ellos mismos. Así lo anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Con esto, el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (Inifed) desaparecerá y sus 334 colaboradores serán parte de los miles de despidos que se han originado con la llegada de la Cuarta Transformación.
Una promesa cumplida a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), con quien el mandatario se comprometió a la creación de los Comités Escolar de Administración Participativa (CEAP) con el fin de tener un puente con los más de 200 mil escuelas.
Como lo ha hecho en otros programas, como la desaparición de Estancias Infantiles y la modificación en los de Bienestar, López Obrador quiere que la entrega de recursos sea directa, sin intermediarios, para evitar actos de corrupción.
“Por escuela, con un manual, cada ciclo escolar su presupuesto, nada de pasar el dinero por todas las instancias gubernamentales, porque no llega”, pero ¿quién vigilará el uso de recursos? “Va a haber un informe y las autoridades correspondientes, ya sea la Función Pública. Pero estoy seguro que no van a haber desvíos y que no va a haber corrupción”.
¿Cómo funcionaría? El mandatario detalló que se va a levantar un acta, se certificará a cada comité y ellos deberán informar a toda la escuela, ellos mismos también decidirán de qué manera utilizan el recurso, de acuerdo a las necesidades de las instituciones.
“Un sistema sencillo de comprobación de gastos y un acta al final del ciclo escolar firmada por los padres de familia donde demuestran cómo usaron el dinero; porque está demostrado que si se envía el recurso por todas las instancias no llega o llega con moche, con piquete de ojo. Entonces, son cambios”, insistió el tabasqueño.
Como es costumbre, López Obrador no perdió la oportunidad de rememorar algunos ejemplos. Durante su mandato como jefe de Gobierno del Distrito Federal, en la unidad habitacional de El Rosario y ahora con la construcción de carreteras en Oaxaca.
Lo que queda incierto es el destino de los 334 trabajadores del Inifed, si se agregarán a la larga lista de despedidos del SAT, del IMSS, Hacienda, entre otros, o serán integrados a otras dependencias.