En los últimos 19 días el presidente Andrés Manuel López Obrador ha minimizado hechos de violencia y ha tenido que justificar su estrategia y sus declaraciones sobre el combate al crimen organizado. Así, de defender su estrategia de abrazos no balazos a no tener pactos con criminales.
Pero la filmación de un retén de civiles armados en zona dominada por el Cártel de Sinaloa, cerca de donde el mandatario tenía sus eventos el fin de semana, atizó las críticas en su contra y de su gobierno, porque se trata de municipios clasificados como prioritarios, y por tanto en los que debería existir mayor presencia de las fuerzas federales. Pero el Presidente de nuevo hoy minimizó el hecho.
El pasado 12 de mayo, López Obrador aseguró que su gobierno protegía igual a los elementos de las fuerzas de seguridad que los de las bandas criminales. Ahora tuvo que precisar que su gobierno no tiene un pacto con la delincuencia organizada.
“Tuve que decir que yo no era (Felipe) Calderón, porque no soy Calderón, él pactó con la delincuencia y él tenía a (Genaro) García Luna de jefe de seguridad pública y él, en vez de atender las causas que originan la violencia, declaró una guerra. No somos lo mismo”, señaló el mandatario y así tratar de minimizar el retén de al menos 10 hombres armados que el viernes impidieron el paso a un grupo de reporteros sobre la carretera Badiraguato-Guadalupe y Calvo cuando se dirigían precisamente a un evento del presidente.
Aunque insistentemente ha sido su discurso, el que la gestión de Calderón y García Luna fue cómplice de grupos del crimen organizado, la Fiscalía General de la República a ninguno de los dos ha acusado de ello, y en Estados Unidos los casos criminales contra el exsecretario de Seguridad Pública mexicano tampoco.
Unas horas después del bloqueo a periodistas en la sierra de Badiraguato, donde el Cártel de Sinaloa mantiene una fuerte presencia, el presidente aseguró que “no hubo ningún problema” y que “no paso nada”, al encabezar su conferencia mañanera en Palacio Nacional reprochó el interés mediático que generó el hecho.
“Si era un grupo de personas de la delincuencia organizada y obviamente derivado de eso se estableció un operativo en coordinación con el Ejército, el cual se mantiene hasta la fecha para tratar de dar con los responsables”, reconoció el secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Cristóbal Castañeda al informar sobre la detención de cuatro personas, entre ellas un menor de edad, como sospechosas de haber participado en el retén , a quienes se les aseguraron armas, equipo táctico y dos vehículos.
Sin embargo, el presidente refirió que el hecho fue difundido como un “escándalo”, en el que acusó que la prensa insistió en señalar que en su gobierno “hay acuerdos con la delincuencia”.