Amelio Robles, el coronel transgénero de la revolución
Después de su ingreso a las filas bélicas, Amelia solicitó que se refirieran a su persona en masculino, comenzó a usar ropa considerada solo de los hombres y se hizo llamar Amelio, nombre que pidió fuera respetado
Amelio Robles Ávila antes conocido como Amelia de Jesús Robles Ávila nació 3 de noviembre de 1889 en Xochipala, Guerrero. Con el género de mujer asignado al nacer, aprendió a coser, lavar y planchar como cualquier otra niña de su época, pero también le gustaba montar, domar y lazar caballos, ordeñar y manejar armas.
En 1911, la coronela se unió a un club maderista que promulgaba el sufragio efectivo y la no reelección, pero en 1912, cuando los zapatistas llamaron, no dudó en unirse a las tropas lideradas por Emiliano Zapata.
Dentro de sus principales tareas en este ejército eran la mensajería, contrabando de armas y víveres, enfrentamientos armados y misiones especiales; después de una serie de importantes participaciones en la lucha armada, en las que se pudo comprobar su valor y pericia en el combate, se le otorgó el grado de coronela y se le asignó una escolta personal para su seguridad, ya que no estuvo exenta de ser víctima, de diversas formas, de la agresión masculina.
Participó en más de 70 batallas
Siguió al mando de Zapata hasta 1918, cuando se presentó a una amnistía y entregó las armas a los carrancistas y el mando de sus 315 soldados. Más tarde, en 1920 se incorpora al Plan de Agua Prieta y en apoyo al general Álvaro Obregón es enviada primero a Puebla y después a Tlaxcala, en este lugar es causa de baja definitiva en 1921.
Después de esta jornada bélica, Amelia ordenó que se refirieran a su persona como Amelio y empezó su “transición”. Formó pareja con Guadalupe Barrón y adoptaron una niña. En los años treinta fue parte del Partido Socialista de Guerrero, dos décadas antes de que se reconociera el voto femenino.
Así encontramos como Amelio Robles posó para la cámara que lo capta con una mano en el cigarrillo, la otra en su pistola, vestido con su traje y sombrero, tal y como dictaba la moda masculina de la época durante la Revolución Mexicana.
Cambió su nombre de forma apócrifa, ya que pasó de llamarse “Amelia de Jesús” a Amelio Malaquías.
Fue reconocido como veterano de la Revolución por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y murió en 1984, después de una vida intensa.
Pese a su empeño por ser reconocido como hombre, cinco años después de su muerte, la Secretaría de la Mujer de Guerrero, la Dirección de Culturas Populares del CONACULTA y el Instituto Nacional de Antropología e Historia, abrieron las puertas de un museo llamado Amelia Robles.
Además, una escuela primaria en su pueblo natal lleva en su honor el nombre Coronela Amelia Robles.
(Con información obtenida de la CNDH)
BG
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