La semana pasada le comentaba en este espacio sobre el ambiente de trabajo que prevalece en el Senado de la República, enmarcado en la apertura de voces plurales y la inclusión de diversos actores, lo cual permitía llegar a acuerdos y entendimientos de mediano y largo plazo.
Y ayer tuvo lugar en esa representación política un hecho de gran relevancia para el sistema político mexicano. Producto de la cordura, de la visión de Estado y de la responsabilidad todos los grupos parlamentarios presentes en ese Senado, escucharon y atendieron las voces de académicos, líderes sociales, gobernadores, presidentes municipales y organizaciones civiles, para enderezar el proyecto de reforma constitucional en materia de Guardia Nacional, y entregar a la nación una institución fuerte, sólida y duradera para los retos que nos esperan. El entendimiento alcanzado por Ricardo Monreal Ávila, quien es un parlamentario experimentado y capaz, pero sobre todo un político profesional, con los otros líderes camarales supera por mucho la expectativa creada y lo consolida como un interlocutor serio, responsable y de respeto no sólo al interior de su grupo parlamentario, sino también al exterior. La confianza es un bien escaso en el medio político, y con el acto de ayer Ricardo Monreal ha depositado en su cuenta personal una alta confianza. Ello va en bien del interés público, pues no se legisló en favor de un partido o de un gobierno, sino de lo más primordial, que es el bien común. Muchos retos quedan por abordar en materia de Guardia Nacional, lo cual sucederá durante la discusión de las leyes secundarias, pero la insistencia, paciencia y tenacidad mostrada por legisladores como Miguel Ángel Osorio Chong, Manuel Añorve Baños, Julen Rementeria del Puerto, Damián Zepeda, Dante Delgado, Claudia Ruiz Massieu y Miguel Ángel Mancera, entre otros, ha restablecido el balance de los poderes públicos en bien de la Nación. No es cosa menor, y seguramente costará trabajo volver a alcanzar ese nivel de acuerdo, pero en lugar de apostarle a alcanzar la mayoría calificada, el zacatecano Ricardo Monreal tuvo la audaz y ambiciosa meta de alcanzar el consenso unánime. ¡Y lo logró!
@jlcamachov