En el plano mundial, unos 246 millones de niños, niñas y adolescentes se enfrentan cada año, de alguna manera, a la violencia escolar y el acoso, pero en México una de las poblaciones que más lo padece es la comunidad LGBT+.
Las burlas, el acoso y el hostigamiento son la realidad de cada día para tres de cada cuatro personas de diversidad y disidencia sexual que asisten a las escuelas en México.
Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) revela que en México 75% de personas en edad escolar que se identifican como lesbianas, gays, bisexuales, transgénero o intersexuales habían sido víctimas de acoso verbal o habían sido insultadas por su expresión de género u orientaciones sexuales.
Dentro del espectro de personas de la diversidad sexual, las personas trans son las más vulnerables, pues el 66% de ellas indicó haber sido víctima de acoso. Unesco enfatizó que el país no cuenta con protocolos escolares para garantizar un entorno sin violencia para las personas trans.
La falta de conocimientos del cuerpo docente y de las y los directores de escuela sobre el alumnado con una identidad de género diferente da lugar a la aplicación inflexible de normas”, explicó la Unesco y ejemplificó con casos donde a las personas trans se les obliga a usar sanitarios o uniformes conforme a sus genitales y no a su expresión de género.
La Unesco alertó que la violencia atraviesa de distinta forma los alumnos, pero que los actos o amenazas de violencia sexual, física o psicológica no sólo tienen que ver con su identidad sexual o de género y se pueden sumar a otras violencias raciales o étnicas.
México no es el único país que manifiesta violencias contra la comunidad de la diversidad sexual. En Colombia, el 15% del alumnado había sido víctima de violencia escolar debido a su orientación sexual. En Perú, casi el 17% del alumnado LGBTI+ denunció ataques físicos en su contra.
Existen casos más graves como en Brasil, donde 60% del alumnado se sentía inseguro sobre su orientación sexual, y 43% señaló que esa inseguridad se debía a la expresión de género. Sin embargo, las cifras de México son las más alarmantes de la región con casi ocho alumnos LGBT+ violentados en el entorno escolar.
Unesco enfatizó que “una de las principales tareas de los líderes escolares es la de asegurar un entorno seguro y no violento”, para todas las personas que asisten a la escuela y que en ello deben colaborar el Estado y la sociedad.