Para la temporada de huracanes en el Atlántico, que comenzará el 1 de junio, se pronostican 19 tormentas tropicales, algunas de las cuales, por la alta temperatura de la superficie del mar que ya se observa en el Golfo de México, podrían convertirse en huracanes “monstruosos”.
De particular preocupación para los climatólogos resulta la llamada Corriente de Bucle (Loop Current), que lleva agua cálida del mar Caribe, que normalmente se asocia con un incremento de las turbulencias o vórtices y que se está adentrando en el Golfo de manera inusual para esta época del año, señaló Nick Shay, profesor-investigador de oceanografía de la Universidad de Miami.
De acuerdo con el Laboratorio Oceanográfico y Meteorológico del Atlántico y con la Administración Nacional y la Administración Nacional Atmosférica y Oceanográfica (NOAA) de Estados Unidos, la Corriente de Bucle estuvo involucrada con “la intensificación del huracán Opal en 1995 y del huracán Katrina en 2005”.
“Este año, la Corriente de Bucle se ve notablemente similar a como lo hizo en 2005”, señaló Shay en un artículo que publica hoy en el sitio The Conversation, y añade que de las 27 tormentas que fueron lo suficientemente grandes para recibir nombre ese año, siete se convirtieron en grandes huracanes, entre los que destacaron, además de Katrina, Wilma y Rita.
En comparación, para la temporada de huracanes de 2022 se pronostican 19 tormentas, que aunque es un número bastante menor que 27 aún es 32% superior al promedio. Sin embargo, el problema es que se espera que nueve de ellas se conviertan en huracanes.
“He estado monitoreando el contenido de calor del océano durante más de 30 años como científico marino. Las condiciones que estoy viendo en el Golfo en mayo de 2022 son motivo de preocupación”, comentó Shay en su artículo.
En lo que respecta al Océano Pacífico, los pronósticos son menos sombríos pero tampoco son amables, pues el fenómeno meteorológico conocido como La Niña, que ha sido inusualmente fuerte en esta primavera (causando la ola de calor en India) podría fomentar también la formación de huracanes.
