AFP
Los republicanos anularon décadas de tradición al cambiar las reglas del Senado estadounidense para asegurar la confirmación del juez Neil Gorsuch en la Suprema Corte, y evadir el primer bloqueo exitoso de los demócratas a un candidato a la alta corte.
La elección del presidente Donald Trump, abrazada por los conservadores pero rechazada por la mayoría de los demócratas, no recibió los 60 votos necesarios para finalizar el debate sobre su nominación y así pasar a un voto de confirmación por mayoría simple en el Senado de 100 escaños.
En respuesta, el líder de la bancada republicana en el Senado Mitch McConnell maniobró para cambiar las reglas y asegurar que una mayoría simple bastara para confirmar a Gorsuch, y a todos los candidatos posteriores a la Suprema Corte.
La medida -conocida como “opción nuclear"- fue aprobada por los partidarios republicanos, que controlan el Senado, desatando un terremoto político en una cámara ya tensa por adherirse a sus tradiciones de consenso y bipartidismo.
“Nuestros colegas demócratas han hecho algo hoy que no tiene precedentes en la historia del Senado”, dijo McConnell al intentar justificar la medida potencialmente de amplio alcance.
“Desafortunadamente, nos ha traído hasta este punto. Necesitamos restaurar las normas y tradiciones del Senado y superar estas tácticas dilatorias partidistas sin precedentes”, agregó.
A partir de este momento, cualquier esfuerzo en el Senado para retrasar la confirmación de un candidato de la presidencia puede ser superado con una mayoría simple.
Eso es lo que sucedió minutos después del cambio de reglas. El Senado volvió a votar para confirmar la nominación de Gorsuch, esta vez con éxito, por un voto de 55 a 45.
La votación de confirmación final de Gorsuch está programada para el viernes.
Estas maniobras de ojo por ojo entre republicanos y demócratas seguramente van a cambiar el tono y el temperamento del Senado, y dará lugar a que más jueces de la Suprema Corte sean aprobados por cualquier bando político.
El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, apuntó con el dedo a los republicanos, pero dijo que no es “ningún consuelo” culpar a sus rivales políticos porque las consecuencias del cambio serán más dramáticas.
“La opción nuclear significa el final de una larga historia de consenso sobre las nominaciones de la Suprema Corte”, dijo antes de la votación, describiendo la capacidad del Senado para usar el umbral de 60 votos como “la barrera de seguridad de nuestra democracia”.
“La respuesta no es deshacer las barreras de seguridad, las reglas, sino volver al centro y conseguir un candidato más convencional”.
La mayoría de los demócratas siguen enojados con los líderes republicanos por negarse incluso a dar una audiencia a Merrick Garland, el juez nominado el año pasado por Barack Obama para ocupar el asiento de la Suprema Corte del magistrado conservador Antonin Scalia, fallecido en febrero de 2016.
McConnell y sus compañeros republicanos no mostraron ningún interés en que Trump recapitulara y encontrara un nuevo candidato ante la resistencia demócrata.
Pero varios miembros del partido expresaron su preocupación por cambiar las reglas de lo que llaman con orgullo “el mayor cuerpo deliberativo del mundo”.