Hoy dio inicio el proceso de sucesión al interior del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para renovar a su dirigencia nacional.
En su último discurso como dirigente nacional, César Camacho Quiroz abrió la agenda que después el presidente Enrique Peña Nieto abordaría: la transformación de México, la equidad, los jóvenes, las elecciones, y los retos del PRI en el siglo XXI.
Camacho aseguró que en el PRI “asumimos que ser el partido en el gobierno no es un privilegio, sino una responsabilidad mayúscula”.
Y dijo que, en su partido, están decididos “a seguir siendo la principal fuerza de transformación y desarrollo nacional”.
Estableció que “iniciada la transformación, el PRI se parece mucho más a nuestro tiempo que a sus orígenes” por lo que ser priista hoy “es exigir igualdad de derechos para mujeres y hombres” y que “en el nuevo tiempo mexicano, abrimos más y mejores causes para la juventud”.
Por su historia y compromiso, “el PRI es el partido de México”, dijo.
Con un “Nunca me faltará la entrega de corazón del Presidente con su partido” dio la bienvenida a Enrique Peña Nieto, invitado especial al acto, quien recibió un reconocimiento de la militancia priista por sus más de dos años al frente del Ejecutivo federal.
En el evento de Unidad para Continuar con la Transformación de México, celebrado en la sede nacional del PRI, el titular del Ejecutivo indicó que durante su administración se ha emprendido un proyecto renovador del país y que “las reformas ya comienzan a beneficiar la economía de las familias mexicanas”. También agradeció a la militancia tricolor por “acompañar este proyecto”.
Tal y como se esperaba, hizo referencia a la pasada jornada electoral, en la que “millones de mexicanos respaldaron el proyecto que los priistas representamos”, dijo.
Aclaró que “en el PRI no hay espacio para proyectos personales"; y si algo distingue y caracteriza a su partido, “es su responsabilidad y seriedad para ofrecer soluciones viables a los problemas nacionales. Sin embargo no debemos confiarnos, hoy la sombra del populismo y la demagogia amenaza a las sociedades democráticas del mundo”.
“Las consecuencias de esta nueva ola populista son graves, sus costos se advierten ya en la experiencia que viven otras naciones. Diversos países que se consideraban democracias consolidadas, porque tenían una sociedad civil fuerte, medios de comunicación independientes e instituciones sólidas, hoy han dejado de serlo a causa de liderazgos irresponsables”, advirtió.
Dijo que los priístas tienen que hacer su parte y poner todo su empeño a favor del cambio, “pero siempre con estabilidad y responsabilidad, pues hoy su tarea es mantenerse vigente y ser una opción confiable parar la sociedad mexicana.
Llamó a actualizar y reformar al partido, para que siga siendo el partido de la transformación nacional, y añadió que es momento que el PRI actualice su organización y estructura, para reflejar las nuevas condiciones y dinámicas sociales del país.
Es momento, apuntó, de que el PRI regrese a las universidades, que despierte nuevamente el entusiasmo de la juventud, y sea un espacio de participación para aquellos talentosos que están comprometidos con su país.
“En pocas palabras, el PRI tiene que ser la opción de todos los que quieren construir un mejor país. Debe ser el partido de los millones que quieren un México exitoso y en constante ascenso, conncluyó.
Con información de Notimex
