Con la presencia de 12 de 40 países que avalan la presidencia interina de Juan Guaidó, así como México y Uruguay —que han mantenido una posición “neutral”— se celebra una reunión del llamado Grupo Internacional de Contacto que busca establecer las bases de una salida pacífica y no injerencista de la crisis que prevalece en Venezuela.
Convocada por los gobiernos de Uruguay y México desde el 30 de enero, se busca que la conferencia internacional sirva de “diálogo inclusivo”.
Entre los aliados del presidente Nicolás Maduro que han confirmado su asistencia están Ecuador y Bolivia, pero se ausentarán Cuba y Nicaragua. Del bando que apoya a Juan Guaidó —presidente de la Asamblea Nacional que se autoproclamó mandatario— destaca la presencia de Costa Rica, pero no acudirán los países alineados a la postura de Estados Unidos, entre ellos, Colombia, Argentina, Brasil y Chile.
La exclusión de Estados Unidos en la reunión de trabajo obedece, según fuentes europeas que citan a delegaciones de esas naciones, a que la Unión Europea llega al primer encuentro del Grupo Internacional de Contacto (GIC) con dos condicionantes: la presión, con sanciones a altos cargos y embargo de armas, y la búsqueda del diálogo para hallar una salida pacífica y democrática para la crisis venezolana.
Las fuentes subrayan que la Unión Europea sólo pretende promover una salida política, no una a la fuerza, la guerra civil y la intervención externa son escenarios descartados, y en ese sentido, es la forma en que el gobierno de Estados Unidos presiona como salida a la crisis venezolana.
La analista senior del think tank europeo CIDOB, Anna Ayuso, ha señalado que “si bien la UE ha seguido a Washington en reconocer a Guaidó, también ha sido coherente con su denuncia de las elecciones de mayo de 2018. La creación de este grupo, por otro lado, es un intento de salir de la dinámica de ‘seguidismo’ hacia Estados Unidos”, y agregó: “un precedente sería el apoyo europeo, en contra del rumbo estadounidense, al Grupo de Contadora, en la década de 1980, para acabar con la guerra en América Central”.
La especialista citada por la radiodifusora alemana Deutsche Welle recalcó que “la iniciativa es un intento de frenar una intervención, que supondría un conflicto internacional que podría durar años”, advirtió que “aunque probablemente Nicolás Maduro no los va a aceptar como mediadores, el Grupo de Contacto es algo que da al régimen un balón de oxígeno de tres meses”.
La experta venezolana en relaciones internacionales, Laila Tajeldine, explicó que “hay una preocupación por una parte de la comunidad internacional que quiere evitar un desastre, porque si bien hay una situación en Venezuela irregular, es conocido el papel que ejecuta Estados Unidos para la inducción de esta situación, no solamente con la colocación de sanciones en contra del país, sino con la desestabilización de fuerzas paramilitares”.
La primera delegación en llegar a Montevideo fue la mexicana, encabezada por el canciller Marcelo Ebrard, mientras que el resto de las delegaciones arribarían a la sede del encuentro internacional durante la madrugada de este jueves.
Nicolás Maduro arremetió contra países que lo desconocen al afirmar que “no aceptamos ultimátum de nadie”, por lo que, insistió en que los próximos comicios presidenciales serán en 2024 y recomendó a los que no estén de acuerdo encargarse de sus propios problemas, y adelantó: “no voy a dar mi brazo a torcer”.
Mediadores. El canciller Marcelo Ebrard (en medio), junto con representantes de Uruguay y países de la Comunidad del Caribe en la presentación del Mecanismo de Montevideo.