María Irene Ramírez tiene 59 años, es de tez morena, estatura mediana y cabello castaño oscuro. Es enfermera especialista y jefa del área en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Rubén Leñero. Desde hace meses se encarga de pacientes Covid-19 y hoy fue la primera mexicana en recibir la vacuna contra el coronavirus en nuestro país.
“(Estoy) un poco nerviosa, pero además muy feliz, la verdad es el mejor regalo que pude haber recibido en el 2020”, soltó mientras estaba sentada en una silla, con su uniforme blanco, en las afueras del Hospital General de México, elegido por tener la capacidad de mantener la vacuna y porque es un centro que se caracteriza por sus investigaciones y atender a personas sin recursos.
Ocurrió minutos antes de las ocho de la mañana. “Hoy es una luz de esperanza”, dijo el subsecretario Hugo López-Gatell, y así, como si se tratara de un regalo de Navidad, comenzó en México la vacunación contra la Covid-19.
“Pues si tenemos miedo ¿verdad?, pero tenemos que seguir adelante porque alguien tiene que hacerle frente a esta lucha, y yo estoy dispuesta a seguir en la línea de fuego”, dijo María Irene. Habló así en plural, por sus compañeros de un hospital capitalino que se ha especializado en urgencias y ahora en la atención de la pandemia. Y atrás de ella, ya estaban el resto de sus compañeros, desde las seis de la mañana, haciendo fila, aguardando. “No importa que esperemos. ¡Por fin! Esto ya comenzó”, contó uno de los enfermeros del mismo Hospital General.
En otro módulo de vacunación, María del Rosario Lora López, enfermera especialista del Hospital El Marqués en Querétaro, fue quien recibió la segunda aplicación de este jueves. Además de las dos enfermeras, el nombre de Daniel Díaz Domínguez, mayor médico cirujano, jefe de Asistencia Interna del Hospital Militar de zona en Toluca, Estado de México, fue el tercero al que se le aplicó la preparación Pfizer-BioNtech y que se televisó, el cual atestiguó el presidente Andrés Manuel López Obrador desde Palacio Nacional.
Esta primera etapa que incluye al personal de salud, uno de los más golpeados por contagios y muertes del mundo, fue criticado en redes sociales porque a María Irene Ramírez se le colocó en el brazo derecho, cuando el protocolo de toda vacuna se coloca en el izquierdo.
“Debieron cumplir el protocolo, pero es indistinto. Lo importante es que es mucha luz de esperanza”, sostuvo un médico del IMSS que aguarda la siguientes tandas de vacunas para ser insaculado.