ENTREVISTA | ‘Yo soy de mecha corta': Alfredo Adame

osantillan@ejecentral.com.mx

Al actor desde niño le gusta el “trompo”, aunque en su vida no todo es pelea, también disfruta de volar aviones y helicópteros de radiocontrol; y todavía busca el amor.

La victoria no está en la contienda, sino en evitarla. Esa fue la primera enseñanza que tuvo el actor Alfredo Adame cuando a los ocho años comenzó a practicar karate para, luego, incursionar en el taekwondo. Es cinta negra en las dos disciplinas. No lo busca, pero cuando lo agreden contesta a las primeras de cambio. Pero lo suyo, aclara, es el “trompo” callejero.

En entrevista con ejecentral, revela que su estrategia para enfrentar al cazafantasmas Carlos Trejo se basará en cinco componentes. Pero sobre todo, en identificar su miedo y aprovecharlo.

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Aunque no todo en la vida de Alfredo Adame es guerra. Su pasatiempo es volar aviones y helicópteros de radiocontrol. De ser piloto aviador profesional, se convirtió en galán de telenovelas por accidente: en 1988 una huelga en Aeroméxico lo llevó a presentarse en Televisa. Lo demás se resume en una cifra: 32 años de trayectoria.

Por ello, señala, los escándalos y el morbo que ha generado la pelea con Carlos Trejo no borran lo que ha hecho. La gente olvida muy fácil, pero mejor “que se olviden de los escándalos”.

¿Cuál ha sido el mejor combate de tu vida?

—Con un representante de Quintana Roo en un Dual Meet de taekwondo donde gané, pero sí fue muy larga. Nos fuimos a los tres rounds y fue con muchos golpes: me lastimó y lo lastimé. Incluso acabé con el tobillo morado.

Pero no fui mucho de combate. De lo que sí fui es de pleito de calle. Me daba con microbuseros, con taxistas, con gaseros, con ñeros, con pandilleros. Con todo. Una vez fui a una fiesta y dos cuates me aventaron bronca y nos agarramos. Me gusta el “trompo”. No lo andaba buscando, pero soy de mecha corta y a la primera me prendo y me dejo ir a los golpes.

¿Nunca perdiste en la calle?

—Fíjate que no, sí me llegaron a dar buenos golpazos, a abrir la cara. Ve cómo la tengo cortada, pero nunca perdí un pleito.

¿Crees que existen las derrotas dignas?

—Sí. Son cuando hay alguna rencilla y de repente el otro es superior a ti en fuerza y sales y te agarras a golpes, pero pierdes dignamente. No te sobajaron, no te humillaron. La derrota digna es cuando te fajas bien, y es porque defiendes algo justo.

En el combate, ¿cuál es la mejor estrategia?

—Medir al oponente. A mí una vez me andaban ganando porque me dejé ir a lo loco y me recibió de una patada en la cara. En el arte marcial te ayudan a que primero veas el peso y tamaño; segundo, identificar si es ágil, si es pesado o torpe; tercero, si es zurdo o derecho; cuarto, ver si es ofensivo o defensivo, y quinto, hay que leer los ojos. El miedo se ve en los ojos y esa es una fortaleza. Si logras distinguir el miedo en el otro, tienes un 80% de ventaja.

Cuando me bajo a la calle a darme de golpes, ya no lo hago tanto tengo 61 años, si veo miedo en los ojos del oponente no le entro. Simplemente le digo, ten cuidado para la próxima. Evito el combate. La victoria no está en la contienda, sino en evitarla. Si te le dejas ir a golpes a una persona que te tiene miedo, corres el riesgo de darle un mal golpe e incluso hasta matarlo.

¿Qué ves en los ojos de Carlos Trejo?

—Veo que es un mariguano malviviente. Es un cuate que tiene miedo, que tiene pavor, por eso siempre llega con lentes. Es fanfarrón. No sabe meter las manos, no sabe pelear.

¿Si ves miedo en sus ojos, por qué no optas por dejarlo?

—Ah no, porque no merece perdón. A este hay que sacarlo de circulación. Yo veo miedo en sus ojos. Este tipo es un sociópata que no puede andar en una sociedad. No puede ser ejemplo para chavitos.

¿Entonces la Pelea del Siglo es real?

—Sí, es real. Tan real como esto. (Muestra su herida).

¿El bien siempre triunfa sobre el mal?

—Sí, debe ser y ese es el ejemplo que yo voy a dar. Lo que hice es convertirme en un paladín de la justicia.

Qué piensas de esta frase: “El enemigo sólo tiene imágenes e ilusiones detrás de las que oculta sus verdaderas intenciones. Destruye la imagen y derrotarás al enemigo”.

—Es cierto. Carlos Trejo se presenta como un hombre rudo, fuerte, como desquiciado y no, es un cobarde. Entonces sus verdaderas intenciones son robar a la gente, hacer creer que es muy rudo y la verdad es que lo aplacas con tres cachetadas.

¿Qué fantasmas de tu pasado te gustaría desaparecer?

Ninguno. No me arrepiento de nada, no agacho la cabeza por nada. No me hace ruido absolutamente nada.

¿Y crees en los fantasmas?

—No era escéptico, tampoco creyente. Pero de repente empecé a ver cosas que sí me sorprendieron y yo me sigo asombrando de cosas. Por ejemplo, un día me fui de campamento en la preparatoria a una hacienda en Tehuacán, Puebla. Llegamos a la hacienda y entonces fuimos a comprar cosas, pasamos a la tienda del pueblo para comprar refrescos. Y de repente llego con el tendero y le pedí refrescos. En lo que me atendía llegó un hombre moreno de unos 70 años, de bigote y de traje vaquero de mezclilla blanca o color hueso, cinturón de hebilla, de sombrero.

Me preguntó que qué hacía y le respondí. Entonces me dijo: ‘¡ah!, yo soy el encargado del rancho’. Y de repente se fue. Cuando llegaron mis cuates nos fuimos y el dueño de la casa dijo: ‘vamos a pasar a la casa de un empleado del rancho que se murió ayer’. Llegamos a la casa y estaban velando el cuerpo en el comedor. Nos acercamos y por el morbo me asomé a ver al muerto. Cuando me acerco, era el viejito que había estado platicando conmigo. ¡Pff!, hasta se me enchinó el cuero. No le conté nada a nadie hasta después.

Tres divorcios. ¿Crees que el amor es una utopía?

—No, sí existe, pero desgraciadamente yo no he tenido el tino de escoger a la persona. No debí haberme casado con las que me casé. Ya me prometí que en mi próxima vida, las dos cosas que no voy a hacer es, fumar y casarme con las que me casé. Tampoco ellas tuvieron el tino. Me casé con mujeres frívolas, banales, vanidosas, ambiciosas, que lo que menos que les interesaba era una familia y el amor.

¿Por qué repetiste ese patrón?

—No lo sé. Es algo que yo mismo me pregunto.

EL DATO: Será hasta octubre cuando Alfredo Adame y Carlos Trejo se enfrenten.