Las autoridades de la Unión Europea revisaron el Producto Interno Bruto (PIB) del cuarto trimestre de 2022, y presentó un ajuste de 1.8 % a uno de 1.0 puntos porcentuales; mientras que el del primer trimestre de este año lo recortaron de una expansión de 0.1 %, a una contracción de 0.1 %, y ante el marginal avance en los trimestres predecesores se considera que ha entrado en una fase de recesión técnica.
La semana pasada, Alemania entró también en una recesión técnica debido a un desplome en el gasto de los hogares y siendo este país el principal motor de crecimiento de la zona de la moneda única, el resultado que se da a conocer para toda la región no era una sorpresa, aunque sí se esperaba que entrará en una depresión. Al parecer los analistas no la previeron tan pronto, ya que sus proyecciones indicaban un recorte para el cuarto trimestre a 1.2 %, y que el primer trimestre fuera de un estancamiento con cero crecimiento, fue peor.
Según Eurostat, que es la oficina encargada de las estadísticas de la eurozona, el consumo individual tuvo una retracción en el primer trimestre, pero lo grave es que para abril y mayo continúa el declive lo que podría afectar y acentuar la recesión técnica y convertirla en una recesión oficial. Otros indicadores también presentan problemas y podrían incidir en la lectura del segundo trimestre.
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El de gerentes de servicios y manufactura, conocidos como PMI (Purchasing Manager’s Index), que son el indicador de compras y que representan un indicador adelantado del consumo, presentó debilidad en su último informe. Asimismo, el índice de confianza de los inversores que mostró una reducción en el terreno negativo al final de 2022, ha revertido ese comportamiento y muestra mayores contracciones y es perjudicial para la dinámica económica de la región.
La eurozona presenta graves problemas de recuperación tras la crisis energética que vivió el año pasado cuando los precios del gas natural, así como del petróleo se dispararon por la guerra entre Ucrania y Rusia, además de una caída en los flujos de energía, lo que conllevó a tener recesiones puntuales en algunos países como Francia, España y Alemania, ya que su producción fue paralizada por el alto costo.
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