Alemania elevó este jueves su nivel de alerta con el fin de seguir garantizando el suministro de gas, un mecanismo que sitúa al país cerca de medidas de racionamiento en un momento en que Rusia ha reducido en un 60% sus entregas vía el gasoducto Nord Stream.
“Estamos en una crisis del gas, que se ha convertido en un recurso raro”, declaró el ministro de Economía, Robert Habeck, en una rueda de prensa.
Este nivel de alerta da al gobierno la posibilidad de “apoyar” a los actores del mercado para hacer frente a los elevados precios.
La tercera y última etapa de este plan es el “nivel de urgencia” y permite al Estado organizar un racionamiento, con el fin de repartir el gas entre particulares, administraciones y empresas.
La semana pasada, las entregas de gas a Alemania vía el gasoducto Nord Stream se redujeron en un 60%. El gigante ruso Gazprom argumentó que se debía a un problema técnico.
Pero para el gobierno alemán es una “decisión política” dentro de la tensión entre Rusia y los países occidentales por la guerra en Ucrania, que comenzó a finales de febrero y ha provocado importantes sanciones internacionales contra Moscú.
En este momento, las reservas de Alemania se sitúan en 58%, un nivel superior al de los últimos años. Pero si las entregas vía Nord Stream siguen “en un nivel bajo”, el nivel de reservas de 90% preconizado por la ley alemana para hacer frente al invierno no se alcanzará, según el ministerio.
Por eso “tenemos que tomar todas las medidas necesarias para garantizar nuestro suministro” de cara al invierno próximo, dijo Robert Habeck.
El domingo, Alemania anunció que recurrirá más al carbón debido a las restricciones sobre el gas. El gobierno admitió que es una decisión “amarga”, por su carácter contaminante, pero confió en que sea provisional. MAAZ
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