Una investigación realizada por organizaciones expertas en materia de aprendizaje y ámbitos socioemocionales, reveló cifras alarmantes sobre la situación educativa y emocional que experimentan en México infancias entre los 10 y los 15 años de edad tras el confinamiento a causa de la pandemia por la Covid-19.
El estudio titulado “Equidad y Regreso”, fue realizado por el Centro de Estudios Educativos y Sociales y por el “Proyecto Medición Independiente de Aprendizajes”, que encuestaron y visitaron al menos a 2 mil niñas y niños en el sur de México.
De acuerdo a los resultados obtenidos, en el ámbito socioemocional, tres de cada diez infantes entre los 10 a 15 años de edad comenta no sentirse seguros; mientras otros perciben que nadie los quiere o creen que hacen todo o muchas cosas mal. Así mismo, el 92% de menores encuestados les preocupa que algo le pueda suceder a su familia. Además que el 65% de infantes dice tener miedo.
Un panorama nada alentador
Mientras tanto, en el ámbito de aprendizaje, el rezago en competencias en matemáticas en menores de 15 años pasó del 50% antes de la crisis por la Covid-19, a un 75% después de la pandemia. Así, sólo el 3.5% de menores encuestados entre 10 y 15 años de edad puede hacer una operación con fracciones correctamente. Además, el 36.4% no pudo realizar restas simples y el 88.2% no sabía cómo resolver un problema matemático de tercero de primaria que involucraba comprar dulces.
En cuanto al rezago en lectura, este se agudizó de tal forma que, actualmente 14.8% de niñas y niños de 10 a 15 años no puede leer una historia; 41.8% no comprende un texto de segundo grado de primaria y 61.6% no entiende uno de cuarto grado de primaria.
Además, 55.7% de infantes de 10 años de edad no pueden responder una pregunta referente a un texto luego de haber leído cuatro párrafos. Mientras que el 27.4% de niñas y niños de 15 años no puede hacerlo.
Felipe Hevia, director del “Proyecto Medición Independiente de Aprendizajes” en conferencia de prensa durante la presentación del informe comentó en cuanto a los resultados del estudio que:
[…] En el caso de las divisiones vemos que un porcentaje muy pequeño de niños y adolescentes puede resolver esto. Esto implica que se pone en riesgo la trayectoria escolar, porque si los niños no pueden dividir bien cuando pasen a álgebra, cuando tengan que hacer fracciones o sacar proporciones, les va costar mucho más continuar y mantenerse en este aprendizaje y esto pone en riesgo la posibilidad de utilizar las matemáticas para resolver problemas cotidianos”.
Por otra parte, al menos el 25% madres y padres de familia identifican que los menores muestran dificultades para concentrarse. Sin embargo, a pesar de todo, 75 de cada 100 menores dicen tener muchas ganas de aprender algo nuevo; y 77 de cada 100 menores entre 10 a 15 años de edad quieren regresar a clases presenciales. JP
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