A unos cien kilómetros de la Ciudad de México, por la carretera a Tuxpan, perdido entre el verde paisaje que acompañan el camino, se encuentra la laguna de Tecocomulco, el último
humedal
del Valle de México.
Es necesario rescatarlo. Para lograrlo un insecto es la solución, pero los pobladores no cuentan con los recursos y existe el riesgo de una crisis económica en el largo plazo en Tecomulco, Coautepec, en Hidalgo, porque dependen del depósito hídrico.
La laguna ocupa parte de una cuenca de cerca de 56 mil hectáreas, en donde se pueden encontrar peces, cultivos, aves migratorias y, a la orilla, restaurantes que ofrecen platillos preparados con los productos que ahí se producen, como ancas de rana.
En el pasado, explicó el investigador Fernando Moheda López, albergaba también ajolotes y pez blanco, pero con la cosecha de carpas se extinguieron, pues esta nueva especie es más grande y acabó con ellas.
El mayor problema de la laguna es el lirio, que se une y entrelaza con otras plantas y, al ser superficial, dificulta el tránsito para la pesca, una de las actividades económicas más importantes para los hidalguenses de la zona.
Desde el año pasado, el investigador de la Escuela Superior de Turismo del Instituto Politécnico Nacional (IPN) lleva a cabo estudios en la zona para acabar parcialmente con el lirio acuático, una planta invasora que dificulta las labores económicas y sociales del poblado. Su misión aseguró, es controlar el crecimiento del también llamado tule, y mantener el equilibrio.
Un insecto, la solución
Un año le costó a Fernando Moheda López ingresar al poblado de Tecomulco; platicando con los ejidatarios y dando a conocer su proyecto, lo acogieron.
El resultado: seis neoquetinos en cada planta son suficientes para que el lirio muera. No existe el riesgo de una infestación del insecto, porque su periodo de vida no supera los 30 días.
Este es el mejor método que Moheda López encontró, contrario a los químicos que pueden dañar las características y propiedades del agua, que en la zona sirve para alimentar al ganado y para la agricultura; además, este método no elimina la semilla, lo que causa el renacimiento de la planta.
›Para confirmar
que el proyecto diera resultados, el investigador adquirió algunos de los insectos para hacer las primeras pruebas.
El resultado fue un éxito, pero ahora necesita una cantidad mucho mayor para aplicarla en todo el lago.
El problema al que se enfrenta, reveló el investigador, es lograr la producción de neoquetinos, puesto que no se tienen granjas para desarrollarlos en México, y su proceso tarda de dos a tres meses, por lo que se requiere una inversión económica que aún no ha cuantificado totalmente. Sin embargo, para disminuir los costos , se podrían firmar convenios de colaboración con Estados Unidos y Canadá, países en que sí lo producen.
El rescate de una comunidad
La fauna y flora originaria ha sido una de las motivaciones para que los visitantes acudan, especialmente a comer carpas recién pescadas. La casa de aves migratorias es otra de las actividades que ha hecho que más gente conozca la laguna; así como nadar o pasear en lancha, o pescar tu propia carpa, completan la travesía.
Pero con el lirio cada vez es más difícil pescar las carpas, pasear en lancha o nadar. Así que para concientizar a los pobladores y visitantes en la conservación de su entorno, Fernando Moheda los involucró en la colocación de los neoquetinos, pues de no hacer algo las afectaciones económicas serían muy graves ante el deterioro de la laguna.
El insecto, relató el investigador, es muy fácil de manejar, no lastima, ni genera ningún tipo de alergia a quien lo toca. Así, los jóvenes, principalmente, entraban al agua e iban colocando los seis insectos en cada lirio y constataron los efectos.
Como parte del atractivo turístico que el investigador del Politécnico incluyó en su proyecto de rescate del último humedal del Valle de México fue crear la granja de insectos en Tecomulco, para que las personas que visiten tomen sus neoquetinos y durante el paseo los incrusten en la planta y contribuyan con la preservación.
Los pobladores pretenden iniciar con la granja de neoquetinos, pero no cuentan con recursos.
De acuerdo con el investigador, Eduardo Baños Gómez, secretario de Turismo de Hidalgo, ya conoció el proyecto, y será con la administración estatal con quien busquen el financiamiento durante la Feria Nacional de Pueblos Mágicos.
En las aguas de la laguna de tecocomulco se procrean millones de aves. es un Hábitat ideal ante la abundancia de alimento, clima perfecto y extensión suficiente, pero el
lirio amenaza su permanencia.
¿Qué es Un humedal?
tiene funciones ecológicas como la regulación del cambio climático, administración del metano natural, reservorios de carbono, conservación de ecosistemas endémicos, riqueza ecosistémica y paisajística.
La Laguna de Tecocomulco es considerada un recinto natural del antiguo ecosistema lacustre del Valle de México con reconocimiento de la Unesco como Patrimonio Natural de la Humanidad desde 2007.
Es el sitio ecológico más importante de Hidalgo, sustento de gran diversidad de especies en peligro de extinción.
De no solucionarse este problema, la pesca se reduciría, pues los peces quedarían atrapados entre las raíces del lirio; impediría viajes en lancha al reducir el paso y se secaría por falta de oxigenación en el agua.
Se necesitan miles de neoquetinos (insectos para control biológico), por lo que es preferible la creación de granjas que los reproduzcan para mantener a la laguna libre de lirio.
Ubicación poco conocida
La laguna de Tecocomulco es parte de una subcuenca endorreica, cuyos orígenes son tectónicos volcánicos.
La superficie está ubicada entre Hidalgo, Puebla y Tlaxcala.
Desde Pachuca se llega por la carretera a Ciudad Sahagún y a partir del kilómetro 38 encontrarás la desviación que te llevará hacia la laguna.
Las actividades económicas que se realizan son la caza, pesca, agricultura, ganadería y el turismo.
Rescate.
El futuro de la Laguna de Tecocomulco depende del apoyo de autoridades y del compromiso de los visitantes.
Fotos: Fernando Moheda.