En el marco de la 27.ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático 2022 (COP27) en Egipto, México se comprometió a reducir los gases de efecto invernadero y aumentar la producción de energías limpias.
Nuestro país se comprometió frente Estados Unidos a México recortar un 35% sus emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2030, en lugar del 22%.
El anuncio forma parte de un proyecto conjunto de energías renovables con ese país que requerirá 48 mil millones de dólares de inversión.
Sin embargo, cabe preguntarse ¿es México uno de los grandes contaminantes? La después es contundente: No, ni América Latina.
La ONU busca en esta cumbre evitar que la temperatura aumente 1.5 grados centígrados hacia fines de siglo, pero no todos los países que conforman el evento contaminan por igual.
América Latina en conjunto generó 1.675,45 toneladas métricas (Tm) de CO2 durante 2021, lo que representa apenas el 4,4 % de las emisiones globales.
La región es al mismo tiempo un de las que concentra la mayor parte de la biodiversidad del mundo, por lo que los efectos negativos de países que más contaminan se agudizan allí.
Entonces… ¿Quiénes contaminan más? Según la Base de Datos de Emisiones para la Investigación Atmosférica Global (EDGAR, por sus siglas en inglés), en 2021 China y EU concentraron el 45,5 % de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a nivel mundial, uno de los GEI más dañinos para el medioambiente.
Aunque la región contamina menos en comparación con esos dos países, Brasil y México son los que más emisiones de gases de efecto invernadero registran. Ambos países emitieron en conjunto, en 2021, 908,2 Tm de CO2, el 54,2 % de las producidas en la región.
Le sigue Argentina, Venezuela, Chile, Colombia, Perú y Ecuador, que junto a Brasil y México aportan el 87,2 % de la contaminación regional.
Los países pobres reclamaron en la COP27 apoyos para financieros más grandes para combatir el cambio climático; así como asignación de fondos para pérdidas y daños a causa del cambio climático.
La Alianza de Pequeños Estados Insulares propusieron que sean las petroleras las que paguen por los daños causados por las tormentas oceánicas y el aumento del nivel del mar.
En este contexto, el primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Brown, señaló que “la industria del petróleo y el gas continúa ganando casi 3.000 millones de dólares estadounidenses diarios en ganancias”.
Consideró que “ya es hora de que estas empresas paguen un impuesto global al carbono sobre sus ganancias como fuente de financiación para pérdidas y daños”.
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