Aunque los asesinatos y balaceras volvieron a ser el pan de cada día en Tamaulipas, don Américo Villarreal asegura que, con el apoyo del gobierno federal, los delitos han bajado y se ha logrado una “gran contención de los grupos delictivos”.
Pero dicen los bien informados que en la lucha desatada en la entidad mucho tienen que ver los ajustes de cuentas de los compromisos político-criminales que se dieron desde antes de la campaña, en los que hasta altos mandos militares y de seguridad han salido raspados por las redes de protección que se forjaron y ahora mantienen en llamas al estado.