Amnistía Internacional pidió este jueves cuentas a Irak al cumplirse exactamente cinco años del secuestro de 643 hombres y adolescentes sunitas por parte de paramilitares chiitas integrados ahora en el Estado.
Estos iraquíes desaparecieron durante una operación del Hashd al Shaabi, coalición de facciones armadas dominada por los grupos pro-Irán, para reconquistar en junio de 2016 la ciudad de Faluya (oeste) de manos del grupo yihadista Estado Islámico (EI), afirmó la ONG de defensa de los derechos humanos.
El 3 de junio de 2016, cuando “miles” de desplazados huían, hombres armados con uniformes del Hashd al Shaabi, según testigos, “se llevaron a unos 1.300 hombres y adolescentes considerados en edad de combatir”.
Esa misma noche, 643 de ellos fueron subidos a autobuses y a un camión, y están desaparecidos desde entonces” según un comunicado de Amnistía. Los demás sufrieron “torturas y malos tratos”.
Las autoridades iraquíes ordenaron dos días después la creación de un comité de investigación, en plenas tensiones confesionales exacerbadas por los atrocidades cometidas por la organización sunita EI.
Los resultados de su investigación jamás fueron hechos públicos” denuncia Amnistía. “Han pasado cinco años y las familias de estos hombres ni siquiera saben si están vivos”, agrega.
Oficialmente el Hashd desmiente haber secuestrado o detenido arbitrariamente a personas.
Pero sus comandantes afirman regularmente tener
prisiones donde encierran a “yihadistas”, aunque no aportan pruebas de que estos detenidos pertenezcan realmente al EI.
Los sunitas se dicen víctimas de discriminación en el Irak que consiguió derrotar militarmente al EI. Miles de ellos han sido detenidos o condenados por su pertenencia, real o supuesta, al EI.